Martin Hairer, Medalla Fields en 2014, participará en la bienal de la Real Sociedad Matemática de España / Martin Hairer
“Lo mejor de las matemáticas es el placer de entender verdades universales”
martes 07 de febrero de 2017, 02:16h
08FEB17.- El Congreso Bienal de la Real Sociedad Matemática acogió del 30 de Enero al 3 de febrero en Zaragoza a importantes figuras en la investigación matemática, como Martin Hairer (Ginebra, 1975), un experto mundial en ecuaciones diferenciales parciales estocásticas. Hablamos con él sobre los nefastos efectos del Brexit en la investigación británica y sobre las consecuencias de tener un mal profesor de matemáticas.
Simulación de ecuación diferencial parcial estocástica que describe fluctuaciones en dos dimensiones de un cuerpo ferromagnético cerca de la temperatura de Curie / Martin Hairer
Hairer es profesor en la Universidad de Warwick (Reino Unido) y forma parte de la Royal Society. Además, recibió la Medalla Fields en 2014, el equivalente al Nobel en matemáticas, por sus investigación en ecuaciones diferenciales parciales estocásticas.
Además de apasionarle su trabajo y de cultivar su gran hobby –los programas de edición de audio–, le preocupan la enseñanza de las matemáticas y la situación de la ciencia en Europa y Reino Unido tras el Brexit.
Su tema en la conferencia de la Bienal son los random loops y su evolución. De forma sencilla, ¿qué son estos bucles aleatorios?
Los matemáticos siempre han buscado objetos idealmente perfectos. Por ejemplo, los antiguos griegos daban mucho valor a los llamados sólidos platónicos, que son los cuerpos sólidos tridimensionales más naturales y simples. De manera similar, los bucles aleatorios describen la manera más natural y simple en la que un bucle cerrado puede moverse aleatoriamente en una superficie.
¿Cómo le explicaría a alguien que no entiende de matemáticas en qué consiste su línea de investigación?
Me ocupo de una clase de objetos matemáticos llamados ecuaciones diferenciales parciales estocásticas. Las ecuaciones diferenciales describen la evolución de los sistemas descritos por varios números finitos. Por ejemplo, el movimiento del sistema solar se describe con una ecuación diferencial: despreciando la influencia de los asteroides, su evolución futura se conoce si se saben todas las posiciones y velocidades de los planetas y el Sol, que se pueden describir completamente por varios números finitos.
¿Cuándo se aplican este tipo de ecuaciones?
Las ecuaciones diferenciales parciales nacen cuando un sistema no puede ser descrito solo con números finitos. Por ejemplo, si quiero predecir cómo se comporta el ala de un avión durante el vuelo, necesito saber cómo fluye el aire a su alrededor, lo que se describe mejor con una función que con solo unos cuantos números. Piensa en esa función como una imagen completa opuesta a un número que solo describiría la posición de un punto concreto. Esos son los tipos de ecuaciones más comunes cuando tratamos de predecir fenómenos naturales.
Las ecuaciones diferenciales parciales estocásticas surgen cuando un sistema se ve además influenciado por efectos aleatorios. Lo que me interesa son las situaciones en las que estos efectos son tan fuertes que la ecuación parece perder su significado.
En 2014 ganó la medalla Fields por su trabajo. Hay quienes definen a este galardón como el Nobel de las matemáticas. ¿Cómo le ha cambiado la vida a nivel personal y profesional?
La diferencia principal es que me piden más que dé conferencias ante públicos no especialistas. Aparte de eso, trato que mi vida cambie lo menos posible.
Nació en Suiza, pero trabaja en Reino Unido y forma parte de la Royal Society. ¿Cómo cree que puede afectar el Brexit al panorama de la investigación en el Reino Unido, y al suyo en particular?
Espero que el Brexit afecte a la investigación lo menos posible. Desafortunadamente hemos empezado a ver los primeros efectos negativos: académicos dimitiendo para volver a la Europa continental, científicos excluidos de propuestas de becas europeas debido a que “no se ve bien tener a un británico en la propuesta”, etc. Más allá de esto, unas de las grandes preguntas para la ciencia británica es si el Reino Unido seguirá formando parte del programa del Consejo Europeo de Investigación (ERC). Este programa proporciona cada año muchos cientos de millones de libras en becas de investigación para la ciencia británica.
Acabar con eso sin ningún tipo de reemplazo puede ser un golpe fatal para la posición del Reino Unido como una de las naciones punteras de Europa en términos de investigación fundamental. Hasta ahora el gobierno ha rechazado proporcionar cualquier tipo de garantías al respecto, lo que no presagia nada bueno. En mi caso, personalmente no estoy muy preocupado por mi investigación: por norma, los matemáticos puros necesitan relativamente poca financiación.
¿Cómo surgió su interés por las matemáticas?
Cuando era un adolescente me impresionaban mucho los dibujos de los fractales, por el hecho de que imágenes tan complejas con tantos detalles intrincados podían surgir de algoritmos muy simples. Pasé mucho tiempo escribiendo código para reproducir esos dibujos, lo que me puso en contacto con las matemáticas muy pronto. El hecho de que mi padre fuese matemático también ayudó.
Normalmente los estudiantes odian las matemáticas. ¿Se enseñan mal en la escuela?
Esta es una cuestión que se ha debatido durante mucho tiempo y me temo que no tengo ninguna respuesta mágica al respecto que no se haya propuesto antes. Pero sí, ciertamente estoy de acuerdo con que, en muchas escuelas, las matemáticas no se enseñan de forma inspiradora.
Uno de los problemas es que colegios y los alumnos tienden a ser evaluados en función de las notas que obtienen. Actualmente, sobre todo para los estudiantes con más problemas, es más fácil para el profesor enseñarles algunas recetas de cocina y cómo aplicarlas, en lugar de enseñarles a aprender de verdad cómo funcionan y de dónde vienen esas recetas. Lo más atractivo de las matemáticas es precisamente el placer de entender algunas verdades universales. Enseñar las matemáticas a través de rutinas le quita todo lo interesante.
Además de su trabajo como investigador, ha desarrollado algunos programas de edición de audio. ¿Un hobby o más bien otra vocación latente?
Siempre ha sido uno de mis hobbies. Empecé hace mucho tiempo, cuando aún estaba en el instituto, a principios de los noventa; y he seguido desarrollando esa afición en paralelo a mi carrera como matemático.