El libro lleva una serie de fotografías en blanco y negro que dan cuenta de la biografía familiar y literaria del escritor. El autor ha sido viajero por el Mediterráneo, Hispanoamérica, “donde la poesía es algo vivo en la calle”, pero también ha viajado a Corea, China e India. Ha estado en universidades de Alemania e Italia y allí donde le reclaman porque hay tesis doctorales sobre su poesía.
Uno de los poetas más valorados del panorama literario español, Antonio Colinas (La Bañeza, León, 1946), residente en Salamanca, se mostró agradecido por el premio que le llega a los 70 años y a los 50 de su trayectoria profesional. Recordó que en la adolescencia “el poeta sigue una voz y ha de evitar los cantos de sirena”. Subrayó que “lo clásico es la palabra en el tiempo que no pasa” o que sus maestros fueron Vicente Aleixandre en lo poético y María Zambrano en el pensamiento.
El poeta premiado siguió un criterio emocional más que de tendencias estéticas a la hora de hacer la antología Lumbres, según su propia confesión. Su poesía tiene partes emocional, meditativa y humanística.
Colinas declaró también que el premio Nobel 2016 a Bob Dylan “no se adapta a la idea del Nobel que yo tengo” y al mismo tiempo que “echo de menos los juglares”. Respecto a la poesía de los jóvenes de hoy, la encuentra menos encorsetada y más libre que en el pasado reciente.