El presidente chino, Xi Jinping, aseguró este sábado que Fidel Castro "vivirá eternamente", al expresar sus condolencias por el fallecimiento del líder cubano.
"El pueblo chino ha perdido a un buen y verdadero camarada", subrayó también Xi, según la cadena de televisión oficial china, CCTV, informó Efe.
El fallecimiento de Castro a los 90 años, ocurrido el viernes por la noche en La Habana, coincide con el regreso ayer a China de Xi tras una gira latinoamericana (Ecuador, Perú y Chile), la tercera que realiza por la región desde que es presidente, y dos años después de visitar Cuba en 2014.
Allí, Xi alabó a Castro, a quien dijo que "se ha ganado el respeto del pueblo chino. Nunca olvidaremos las significativas contribuciones que hizo a nuestras relaciones bilaterales", según recuerda hoy el diario oficial chino Global Times.
Los líderes de ambos países han mantenido un intenso ritmo de encuentros en los últimos años.
El pasado septiembre, el primer ministro chino, Li Keqiang, visitó Cuba, lo que significó el primer viaje a la isla de un jefe de Gobierno chino en activo en los 56 años de relaciones bilaterales.
Cuba fue, además, el primer país latinoamericano en establecer relaciones diplomáticas con China y es el segundo socio comercial por detrás de Venezuela.
Por su parte, Fidel Castro realizó su última visita como gobernante a China en 2003, y en julio de 2012 fue Raúl Castro quien viajó al gigante asiático para buscar su respaldo económico y conocer a la nueva generación de líderes comunistas, encabezada por Xi Jinping.
Pese a la cercanía ideológica entre ambos países, las relaciones entre China y Cuba no siempre fueron del todo buenas. Entre los 60 y los 80, en plena Guerra Fría, apenas hubo contactos diplomáticos bilaterales de peso, tal y como reconoce Pekín, y fueron impulsados de nuevo en 1993 con la visita del expresidente Jiang Zemin a Cuba.
Desde entonces, Cuba y China mantienen unas estrechas relaciones en el ámbito político, militar y económico, con un intercambio comercial que ha crecido ostensiblemente en favor del país asiático, que exporta sobre todo equipamiento electrónico a la isla, e importa fundamentalmente azúcar y níquel.