El extitular de Exteriores, que ha reconocido que seguía manteniendo la amistad con Rita Barberá a pesar de las acusaciones de corrupción contra la exalcadesa, no ha querido achacar su muerte a la medicación. "Eso ya es indiferente", ha explicado. El problema, según Margallo, es "el sufrimiento experimentado durante días".
También ha explicado que esta semana iba a cenar con Barberá y el senador valenciano Pedro Agramunt. Según, Margallo, la exalcadesa estaba convencida de su inocencia y no entendía que su propio partido le diera la espalda.
El Diario
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