El biólogo Eduard Durany, que lleva haciendo el seguimiento desde el inicio del proyecto, ha identificado a tres machos en perfecto estado de salud. Todos han sido anillados y se prevé que en los próximos meses sean expulsados del nido por sus progenitores.
También se ha realizado el seguimiento de la pareja de halcón peregrino que vive desde 2003 en la central térmica de Sant Adrià de Besòs, donde han nacido este año otras tres crías, dos machos y una hembra. En este caso, sólo dos de las aves han podido ser anilladas.
El halcón peregrino es un ave rapaz diurna, de color gris azulado en el caso de los machos y de un color más oscuro las hembras. Hay ejemplares de esta especie en varios puntos de Catalunya, pero los últimos años se ha adaptado a vivir cerca de las zonas urbanas, en edificios altos y chimeneas. La hembra pone los huevos una vez al año y los incuba durante 30 días, mientras que las crías pueden volar aproximadamente 40 días después del nacimiento.