Los indígenas Pataxó de Porto Seguro (Brasil)

Fue una grata sorpresa para todos los que participamos en el festival compartir con estos amigos venidos desde tan lejos, momentos de verdadera amistad en los que tuvimos la oportunidad de conocer, de viva voz, algunos aspectos de su cultura y de sus costumbres y tradiciones, al tiempo que pudimos comprobar la sencillez y naturalidad con la que se mostraron en todo momento y el afecto y el respeto que demostraron por todo lo que vivieron lejos de su tierra.

Fueron cinco intensos días para tratar a estos amigos y para disfrutar de todo lo que nos enseñaron de su cultura y tradiciones, incluso de sus fiestas y vestimenta, adecuada para cada ceremonia. Cinco días para conocer a gentes que viven de forma sencilla y natural, inmersos en plena naturaleza y aprendiendo desde que nacen que la tierra es la verdadera madre a la que hay que agradecer la vida, cada día y a cada instante.

Así, fuimos conociendo las costumbres del pueblo pataxó y algunos aspectos de su cultura y de lo que significa para ellos, por ejemplo, la música, la danza, la vestimenta, llena de colorido y belleza y aprendiendo de las muchas preguntas que iban saliendo a lo largo de los intensos momentos que vivimos en su compañía. Raony y Caoamini nunca abandonaban la sonrisa.

Muy poco se conoce de este pueblo. Sin embargo hay testimonios de algunos europeos que viajaron hasta la región en el siglo XIX y que confirman la presencia de los nativos pataxó en una región conocida entonces como Costa de los Descubrimientos. En la actualidad existen varias regiones de indígenas pataxó distribuidas en varias aldeas por diferentes municipios. Como curiosidad, en cada una de estas aldeas existe la figura del cacique, también muy frecuente en algunas zonas de Bolivia.

La reserva de Jaqueira fue uno de los lugares habitados por los indígenas pataxó en el pasado, un lugar sagrado, donde moraban los espíritus, un lugar de rituales y lleno de energía positiva. Hoy, este lugar se utiliza para la revitalización, afirmación y valoración de la cultura pataxó.

Los indígenas pataxó se expresan en portugués pero su lengua oficial procede de la familia maxkali y muchos de estos grupos conservan su idioma original. En 2010, por ejemplo, los pataxó eran 11.833 según datos de la Fundación Nacional de Salud. En su mayoría viven en Terra Indigena Barra Velha do Monte Pascoal al sur del municipio de Porto Seguro y se encuentra a menos de un kilómetro de la costa entre las desembocaduras de los ríos Caraíva y Corombau.

Los amigos Raony y Caomini, nos informaron de la evolución de su pueblo, en Porto Seguro y de cómo en la actualidad se preocupan de la educación ambiental ya que ésta está estrechamente conectada al ecoturismo y al desenvolvimiento sostenible. También se interesan por la divulgación de la propia historia y de otros aspectos importantes para el pueblo pataxó como la música y la danza, instrumentos de comunicación entre ellos,

A través del canto y de la danza se transpira y se adquieren nuevas energías de la tierra, del aire, del agua y del fuego, en definitiva los cuatro elementos de la naturaleza con los que el hombre convive permanentemente. De todos estos elementos los pataxó extraen energías positivas que potencian el amor o El Avvê, que es unión y espiritualidad con la naturaleza, amor en definitiva.

También la gastronomía y el conocimiento de las plantas, tienen una gran importancia para ellos pues de su elaboración o preparados consiguen excelentes resultados, tanto para la alimentación como para tratamientos medicinales. Hay que tener en cuenta que estos pueblos viven integrados en la propia naturaleza y ésta es considerada como su mejor patrimonio al que hay que mimar, cuidar y respetar. Por eso el conocimiento de las plantas medicinales como raíces, cipós, folhas, sementes, casca de madeiras, resinas, etc. es importante como remedios para sus enfermedades. Por ejemplo la resina de la amesca sirve para purificar el ambiente, fortalecer el espíritu y para alejar las cosas negativas del cuerpo.

Otra de sus costumbres más estéticas y artísticas se refiere a la pintura corporal, considerada como un bien natural de gran significado para los pataxó y forma parte de su historia porque representa los sentimientos de lo cotidiano y los bienes sagrados. La pintura se usa en fiestas tradicionales de la aldea como en bodas, entierros, luchas, seducción, protección y todo tipo de conmemoraciones. Las pinturas son específicas para cada caso: pinturas para el rostro, los brazos, la espalda, las piernas. También hay pinturas para los hombres, para las mujeres, para los casados, para los solteros y todas esas pinturas decorativas tienen diferentes tamaños y significados.

Los pataxó, suelen tener un aspecto juvenil, incluso aún teniendo avanzada edad porque su alimentación es natural, muy rica en vitaminas. Su alimento principal es el pescado, las frutas y las raíces, siendo la mandioca el alimento más valorado porque de ella se obtiene la bebida como el Kawi o Makaiaba, aunque también se cultivan otros tubérculos como la batata. Uno de los platos más exquisitos es el pescado preparado sobre hoja de patioba, éste es un alimento muy saludable que rejuvenece el cuerpo y purifica el espíritu.

Una de las actividades más recurrentes de los pataxó es la artesanía, utilizando todos los materiales que ofrecen el entorno como la madera, las simientes, el bambú, las palhas, la panela o el cipó. Todos estos materiales están ligados a lo cotidiano y muchas de sus artesanías llevan implícitas la protección espiritual.

Los Pataxós, dicen de sí mismos que van de frente, son valientes y saben guerrear pero sin acritud, sólo para conmemorar tradiciones y para demostrar lo que aprendieron de sus ancestros.

En la actualidad existen 17 aldeas indígenas de los pueblos pataxó, estando localizadas en los municipios de Prado, Porto Seguro, Santa Cruz de Cabrá lía e Itamarajú en el extremo Sur de Bahía.

Esperamos que estos breves apuntes sirvan para despertar la curiosidad por conocer estas tierras y saber mucho más.

(*) Concha Pelayo. Escritora. Miembro de AECA y FEPET.