"Este Comité de Ministros ha decidido acoger los recursos de reclamación presentados por la comunidad, por la ciudadanía", manifestó ministro Badenier.
Rechazo tiene que ver con la inexistencia de plan de relocalización
"Las materias que se han abordado y que son parte fundamental en el pronunciamiento del Comité de Ministros tienen que ver básicamente con la inexistencia de un plan de relocalización, como medidas de compensación para un impacto significativo declarado por el propio titular, HidroAysén", acotó.
De todos modos, precisó que "en el marco de los derechos que tiene cualquier titular, el titular si lo estima necesario, puede apelar al tercer tribunal ambiental de Valdivia".
Votación fue unánime
El ministro de Energía, Máximo Pacheco, sostuvo que la votación del Comité de Ministros fue unánime. "Yo voté con total claridad", dijo. Agregó que en el país hay que pensar bien los proyectos, pero además hay que ejecutarlos bien. Sentenció que este proyecto tiene faltas importantes al no tratar en su ejecución a la gente que será impactada por la iniciativa.
Pacheco aclaró además que esta decisión "en nada compromete la política energética" del país, ya que esto se refiere específicamente a un proyecto.
La decisión fue postergada por el gobierno de Sebastián Piñera, que con una tardanza de casi tres años, a fines de enero pasado, resolvió encargar nuevos estudios sobre el proyecto. Endesa y Colbún, sus impulsores, objetaron la determinación calificándola de "extemporánea y dilatoria". El gobierno de Michelle Bachelet hizo lo propio y determinó que la iniciativa y los reclamos serían nuevamente sometidos a veredicto.
Proyecto contemplaba crear un complejo de cinco centrales en ríos Baker y Pascua
La idea fue impulsada desde 2007 por Endesa Chile, filial de su homónima española y la generadora Colbún. El proyecto contemplaba crear un complejo de cinco centrales hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua, en la austral región de Aysén, para producir unos 2.750 megavatios de electricidad.
La inversión estimada alcanzaba a unos US$ 3.200 millones y su potencia fortalecería al sistema eléctrico chileno.
Pero esos argumentos no convencen a los opositores al proyecto, representados por grupos ambientalistas y comunidades de la zona involucrada, que rechazan lo que ellos consideran una "intervención destructiva" en una de las pocas regiones chilenas que aún mantiene sus imponentes atributos naturales en estado casi virgen.
“HidroAysén nació muerto”
Ni Endesa ni Colbún se han pronunciado abiertamente sobre el tema y se han limitado a señalar que todas las autorizaciones obtenidas están "al amparo de la institucionalidad vigente y conforme a los más altos estándares internacionales técnicos y ambientales". Esto se contrapone con lo que dijo Michelle Bachelet antes de asumir La Moneda: "HidroAysén nació muerto".
En este escenario adverso, las empresas podrían recurrir nuevamente a los tribunales ambientales de Valdivia para revertir esta decisión del Comité de Ministros.
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