Lo importante es saber que un coche no matriculado en España a nombre de un residente español no está permitido. Lo primero, que el titular del vehículo tenga la residencia en regla, y después hacer lo mismo con el coche.
Es fundamental que el coche tenga seguro al corriente de pago y en vigor. (Conducir sin seguro del coche no es delito en España tipificado en el Código Penal pero las multas pueden rondar entre los 650 euros y 2800 euros)
Si la ficha técnica del vehículo está en un idioma distinto al castellano, un traductor que además sea ingeniero, deberá traducirla. Esto nos dará lo que se conoce como ” ficha técnica reducida.”
Con esta ficha técnica debemos pasar una inspección del vehículo (ITV), especial para este tipo de vehículos.
También necesitamos pagar el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (el llamado “numerito” del Ayuntamiento)
Además, tendremos también que abonar las tasas de tráfico, el impuesto de matriculación y el impuesto de transmisiones.
Las matrículas originarias del vehículo deben ser cambiadas para tener las mismas placas que los coches que circulan en España de forma habitual.
Existen matrículas blancas y verdes. Éstas últimas son provisionales y no se pueden utilizar más de 2 meses. Son fáciles de adquirir y sólo necesitamos la documentación del país de origen del vehículo, pero tras este periodo de tiempo, hay que sustituirlas por las blancas, con las que el vehículo podrá circular de forma permanente.
Tras las gestiones oportunas en los organismos oficiales como tráfico, la inspección técnica de vehículos y el ayuntamiento correspondiente al domicilio del titular del coche, ya podremos utilizar nuestro coche sin ningún problema por las carreteras españolas.
Este trámite, es aconsejable que lo lleven gestores expertos, ya que existen muchos parámetros distintos y el objetivo de tener el vehículo adecuado a la normativa española puede volverse complicado.
Isabel López Ramos – Abogada - [email protected]
Si (
No(
