Argentina: LAN como metáfora

LAN, compañía de origen chileno, asegura que sin dicho hangar tendría que abandonar sus operaciones en la Argentina, donde tiene vuelos a 14 destinos. Transporta anualmente desde este aeropuerto 2,5 millones de pasajeros, cerca del 30 % del total del país y tiene 3.000 empleados. Si bien hay otras empresas que también operan en dicho aeropuerto y no tienen hangares propios, la decisión de avanzar contra LAN tiene un trasfondo político, que ha quedado al desnudo en las últimas horas.

Desde que Aerolíneas Argentinas volvió a ser nacionalizada en 2008, la gestión de la empresa fue entregada a La Cámpora, el grupo juvenil del kirchnerismo que cuenta con el apoyo total de la presidente, Cristina Fernández. Su presidente es Mariano Recalde, un abogado laboralista. Y Axel Kicillof, hoy viceministro de Economía, fue subgerente. Los empleados de la empresa se han multiplicado en los últimos años con militantes de La Cámpora, que tienen que dar parte de su sueldo a la organización, como denunciaron algunos trabajadores.

Aunque Aerolíneas Argentinas dijo que estaba al margen del conflicto con LAN, se ha conocido un vídeo en el que Recalde reconoce que ha pedido a la presidente que suprimiera rutas a dicha empresa, que compite directamente con la empresa estatal. “Les voy a contar algo que después voy a negar, le fui a pedir a Cristina que utilicemos el poder del Estado para sacarle rutas a LAN”, fue su afirmación textual.

El vídeo, que se conoció en las últimas horas, corresponde al 2010 y se trata de un acto político, para militantes kirchneristas, en el que Recalde calificó a LAN como “derecha pinochetista instalada en Argentina”, en referencia a que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, había sido dueño de la empresa madre.

En la misma grabación, el presidente de Aerolíneas Argentinas descalificó a varios legisladores de las comisiones bicamerales en las que compareció para dar cuenta de su gestión. Mencionó, en concreto, a Gerardo Morales (presidente del bloque de senadores de la UCR), Rodríguez Saa (peronista), y Omar De Marchi (Partido Demócrata de Mendoza), al que calificó de “provocador asqueroso” y “desagradable”. Añadiendo: “la verdad, que rendir cuentas frente a esa manga de zánganos (…) no es muy satisfactorio. La verdad es que a uno le gusta rendir cuentas frente a los compañeros”.

Uno de los diputados aludidos por Recalde, Omar De Marchi, afirmó que el video demostraba “los procedimientos ilegales que utilizan para manejar la empresa”. El senador Gerardo Morales, por su parte, dijo que Recalde tendría que explicar cómo hace para dirigir una empresa que cuanto más crece tiene más déficit, “que esconde los balances desde 2008 y que asume que no puede hacer frente a la competencia”.

A pesar de las evidencias, Recalde despejó balones afirmando que todo era culpa de Clarín: “da bronca cómo el Grupo Clarín utiliza cualquier cosa para una operación mediática. Que aparezca este vídeo fuera de contexto es una clara operación de prensa del Grupo Clarín”. El vídeo, sin embargo, es a prueba de desmentidos y lleva el crédito de la agrupación kirchnerista Oesterheld –en honor a un dibujante desaparecido en la dictadura- que organiza encuentros de este tipo con funcionarios, y que se reúne periódicamente en el centro cultural Torquato Tasso, en el barrio de San Telmo.

En el conflicto con LAN interviene otro elemento: es un mal ejemplo para Aerolíneas, ya que la empresa de capital chileno está bien gestionada y tiene beneficios. Pero además, hay otra lógica muy ligada al peronismo. La de ocupar todo espacio posible, incluso físico, y construir poder. Para ello, la Cámpora tiene en Aerolíneas Argentinas un fenomenal campo de operaciones, aunque la gestión económica de la empresa sea muy deficitaria y, según todas las opiniones no militantes, muy ineficiente. Cuando la mayoría de las empresas aéreas de la región ganan dinero, Aerolíneas Argentinas recibe unos dos millones de dólares como subsidio.

Ante la reciente afirmación de la presidente Cristina Fernández de que todas las líneas aéreas del mundo eran deficitarias, Chequeado.com habló con Gerardo Quadro, consultor de transporte internacional y ex editor de Aeroinfolatinoamericano, que aseguró que Aerolíneas perdía por fallas de gestión, una combinación de mala calidad con costos marginales más altos, flota antigua y estructura grande.  

A todo esto habría que hacer la salvedad de que Aerolíneas Argentinas todavía es, técnicamente, una empresa privada, ya que no terminó el proceso de expropiación. Hay en marcha un juicio entre Marsans y el estado argentino para establecer el precio a pagar por la expropiación.

El avance contra LAN no es nuevo, aunque la empresa fue invitada a invertir y operar en la Argentina en 2005, por decisión personal del entonces presidente, Néstor Kirchner. Claro que, en ese entonces, Aerolíneas Argentinas no era todavía estatal, estaba en manos de la española Marsans. El año pasado el gobierno le impidió a LAN incorporar un nuevo avión a su flota, hasta ese momento compuesta por diez aparatos. Después se le negó en varias oportunidades el servicio de mangas, a pesar de tener firmado el correspondiente contrato con Intercargo, la empresa estatal monopólica que presta el servicio.  

Fuente: nuevatribuna.es |