El 20% de las remesas enviadas desde España por los inmigrantes se tramitan por cauces informales

La secretaria de Estado española de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, señaló que para muchos países las remesas suponen un porcentaje muy importante de su Producto Interior Bruto (PIB), por encima incluso del 10%. Sobre los envíos de dinero "informales", explicó que son aquellos que llegan a su destino "por canales no regulados", de ahí que sólo puedan hacerse estimaciones sobre su cuantía.

En 2007, se registró un récord en el envío de remesas, 8.445 millones de euros (11.153 millones de dólares). De ellos, al menos 1.600 millones cruzaron la frontera por hasta 17 mecanismos irregulares distintos, principalmente, el autotransporte. En 2008, se interceptó en las aduanas a 421 viajeros que llevaban encima más dinero en efectivo del autorizado y no lo habían declarado, según explicó el director de la publicación, Iñigo Moré.

Las remesas informales no son un fenómeno generalizado, entre toda la población extranjera, sino que, según Moré, afecta especialmente a determinadas nacionalidades. Quienes más usan esos canales "informales" son los inmigrantes venezolanos, el 70% de su población en España se sirve de estos mecanismos. Le siguen Gambia, con un 50%, Ucrania y Polonia, que rondan el 40% y Marruecos, con un porcentaje similar. En el extremo opuesto se sitúan los ecuatorianos, que apenas utilizan los canales "informales". Por cuantía de los envíos, marroquíes, rumanos y portugueses encabezan el ranking de remesas irregulares.

Entre los 17 métodos de transferencia informal que se describen en el informe se encuentran las "hawala" árabe o "fe'chien" china, el transporte en efectivo realizada por marroquíes y portugueses, el transporte por medio de terceros o "petites enveloppes" (pequeños sobres), preferida por subsaharianos, y el envío en autobús pagado, por polacos y ucranianos.

El informe del Observatorio Permanente de la Inmigración destaca que "el inmigrante ignora que la red de remesas informales en la que deposita su confianza es ilegal. Salvo algunos casos, no es consciente de estar recurriendo a un proveedor de servicios informal y cree que enviar dinero en el autobús es igual de legal que enviar un paquete, la maleta de ropa o ir él mismo". Además, los propios usuarios son los más perjudicados por esta marginalidad financiera y se exponen a la "ley de la selva", donde abdica de sus derechos como consumidor "y se pone en manos de mafias financieras". Por ello, Moré reivindica un "esfuerzo de información" sobre este asunto a las autoridades.