No recusa y cumplirá los diez partidos

Por Gaby Alonso - Twitter: @Gabriela_Alonso  

La FA actuó de oficio y sancionó a Suárez el pasado miércoles y tenía hasta el medio día de este viernes para apelar, sin embargo, según informó el organismo, el futbolista “no ha apelado a la suspensión que determinó la comisión reguladora independiente esta semana”.

El delantero explicó los motivos a través de las redes sociales: “Asumo que aquella acción no es aceptable en un terreno de juego, así que no quiero dar una impresión equivocada a la gente apelando”.

Suárez era hasta el pasado lunes el máximo anotador de una Premier League que ya ha sido ganada por el Manchester United a cuatro jornadas del final y en la que el Liverpool se encuentra séptimo, fuera de las clasificaciones a las copas europeas. Lo ha superado el holandés del campeón de la Liga, Robin Van Persie, quien marcó un triplete ante el Aston Villa y suma 24 tantos, que no podrá superar el uruguayo que no acabará la temporada, pues la sanción se aplica de manera inmediata, por lo que ya no jugará este fin de semana en el partido que su equipo el Liverpool, jugará ante New Castle, y tampoco en los restantes encuentros de la presente temporada de la Premier League, ante Everton, Fulham y QPR.

Tampoco podrá hacerlo en las primeras seis jornadas de la próxima, siendo esta una de las penas más duras que ha impuesto la FA en los últimos años e igualada solamente por la recibida por el ex futbolista del Southampton, el inglés David Prutton en 2005, tras empujar al árbitro Alan Wiley.

Liverpool ya le había aplicado una sanción económica tras el incidente del pasado lunes y luego de que el futbolista se comunicara con el serbio para disculparse, el Liverpool esperaba que la sanción sería de tres partidos, lo que habitualmente otorga la FA por “conducta violenta”.

Este incidente no es el primer acto anti deportivo del uruguayo, quien el 20 de noviembre de 2010 fue suspendido por siete partidos luego de morder en el cuello al delantero del PSV Eindhoven, Otman Bakkal, cuando este intervenía en una trifulca por una falta en la que nada tenía que ver el uruguayo.

Dos meses después, fue transferido al Liverpool, donde recibió ocho partidos de sanción en octubre de 2011 por insultos racistas al francés del Manchester United, Patrice Evra, y por gestos obscenos a la afición del Fulham, y tampoco en esas oportunidades, hubo apelación.

Para el entrenador de los reds, Brendan Rodgers, mientras tanto, asegura que “la FA ha castigado al hombre, no la acción” y asegura que la penalización “no tiene intención alguna de contribuir a su rehabilitación”.