El PP se parapeta en la Corona para ocultar sus propios escándalos de corrupción

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha vuelto a responder a los medios por primera vez en España desde el pasado mes de diciembre. No le quedaba otra opción, ya que debía comparecer tras su encuentro con el primer ministro británico David Cameron. Pero el presidente de Gobierno y líder del PP ha pasado de puntillas por los temas candentes que golpean a su partido, desde el caso Bárcenas a las fotos del pasado de su principal delfín, Alberto Núñez Feijóo, con un conocido narco gallego.

El presidente da la cara por el Rey…
Rajoy se ha mostrado muy locuaz a la hora de abordar los problemas de la monarquía, y es que cuando ha sido cuestionado por la crisis institucional del país que afecta al Rey y a los principales partidos, ha puesto la figura del Rey en el foco para presentarse como su valedor. El presidente de Gobierno ha subrayado que el “papel” de Juan Carlos I en la Transición o en el frustrado golpe de Estado del 23-F son la prueba de “quién es el monarca” y la “pujanza” de una institución que sigue apoyando una “gran mayoría de españoles”.

… y se esconde ante sus propios problemas
Eso sí, a la hora de abordar los problemas de su propio partido, Rajoy no se ha referido a los casos de corrupción en el seno del PP sino al coste de las reformas “duras” que han puesto en marcha -y que no estaban anunciadas en su programa electoral-. El presidente ha asugurado que esas medidas ya están teniendo “efectos positivos” aunque “aún llevará su tiempo”, y ha vinculado la recuperación económica a la de su propio Gobierno, mostrándose convencido de que “al final” recuperará la confianza de los ciudadanos.

González Pons también alude a los problemas judiciales de la Familia Real
En la misma línea, el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, ha comparecido ante los medios para hacer un discurso exhaustivo en los problemas judiciales de la Familia Real y parco a la hora de hablar de los de su partido. Cuando se le ha preguntado por las palabras de su compañero de filas, el diputado Vicente Martínez-Pujalte, que acusó al juez del caso Nóos de buscar protagonismo personal, González Pons ha respaldado la “independencia” del magistrado y ha pedido “a todo el mundo” que le permita desarrollar su trabajo “sin interferencias”. “Ningún miembro de la Familia Real dejará de acudir si es requerido por la Justicia”, ha señalado también sobre la posible marcha de Urdangarin a Qatar para trabajar con su selección de balonmano.

Pero cuando se le ha preguntado por los datos del CIS que sitúan la corrupción como segunda preocupación de los españoles, González Pons no ha dado ninguna explicación sobre el caso Bárcenas o sobre el caso Nóos, que también salpica al PP de Valencia -de hecho el propio Pons tuvo que dar explicaciones como exconsejero valenciano de generosos contratos públicos con las empresas del Duque de Palma-. Eso sí, el popular se ha mostrado comprensivo con que los ciudadanos se estén “escandalizando” ante los casos de corrupción y ha instado a ser “más exigentes, transparentes y humildes” de lo que han sido “hasta ahora”.

Presenta el descrédito como fruto de la crisis
Pero como ha hecho el propio Rajoy, González Pons se ha esforzado en vincular el descrédito político a la mala situación económica. Según él, “buena parte de la desafección” ciudadana por la política “desaparecerá” cuando España salga de la crisis y ha subrayado que el alejamiento entre población y dirigentes se produce “históricamente” en malos contextos económicos. “Estoy convencido de que no ayuda a que España salga de la crisis que los políticos y los partidos hayamos permitido que se hayan producido situaciones de corrupción como las que estamos conociendo en los últimos tiempos”, ha apuntado en lo que ha sido su mayor acercamiento a Bárcenas, Gürtel, o los contratos de Camps o Matas con Urdangarin.

Vuelve la herencia, y no la de Camps o Matas
Además, a la hora de abordar los problemas económicos, el popular ha recuperado el discurso de la herencia socialista, ignorando de nuevo los vínculos entre administraciones puestas al borde del colapso económico por el PP, como la valenciana o la balear, esas cuyos determinados contratos examina el juez Castro en el marco del caso Nóos. El juez Ruz, que ha asumido finalmente los conocidos como ‘papeles’ de Bárcenas, también amenaza con indagar si como sugieren esos documentos -que en Génova insisten en que son falsos- y de ser real la presunta contabilidad B del partido, existieron donaciones irregulares al PP así como la relación entre donativos y concesión de contratos públicos a determinadas empresas, ya que esos son los principales puntos que pedía investigar IU con su querella.

Fuente: ElPlural.com - S.Colado | 08/04/2013