Los obispos alemanes aceptan que se recurra a la píldora del día después en caso de violaciones. Los prelados creen que las mujeres víctimas de este tipo de abusos deben recibir "atención humana, médica, psicológica y espiritual". Los obispos germanos consideran que los nuevos preparados farmacéuticos permiten el "uso preventivo durante las primeras horas anteriores a la fecundación".
La Iglesia de Alemania ha indicado así que los hospitales de la Iglesia deberán asegurar el cuidado médico, psicológico y emocional adecuado para las mujeres que hayan sufrido una violación, incluyendo la administración de píldoras que previenen el embarazo y no inducen el aborto.
La Iglesia sólo admite las que tengan "un efecto preservativo y no abortivo". En los hospitales católicos de Alemania ya se está administrando esta píldora.