En la cumbre semestral que se celebrará en la ciudad argentina de Mendoza, dichos países decidirán las medidas que se van a adoptar en relación con Paraguay, tras la destitución de Fernando Lugo como presidente.
Países como Ecuador, Venezuela, Uruguay, Chile y Colombia siguen presionando a Paraguay y han retirado o llamado a sus embajadores en Asunción: más tarde se sumaron México y Perú.
El Senado de Paraguay destituyó el viernes al presidente Fernando Lugo, tras haber sido acusado el jueves de mal desempeño de sus funciones en el caso de la matanza de Curuguaty, en el sureste del país latinoamericano, donde el pasado 15 de junio perdieron la vida once campesinos y seis policías.
Fernando Lugo, elegido presidente en las urnas el 15 de agosto de 2008, considera que la decisión del Senado abre una profunda herida en la democracia paraguaya.
Tan solo una hora y media después de la destitución de Fernando Lugo, el vicepresidente paraguayo, Federico Franco, asumió el poder.
La destitución de Lugo ha provocado una ola de críticas y condenas entre los países de la región: Argentina y Brasil fueron los primeros países en condenar la destitución de Lugo y el golpe asestado a la democracia en Paraguay, Argentina retiró el sábado a su embajador de Asunción y Brasil llamó al suyo a consultas.
Muchas comunidades y organizaciones regionales han rechazado el juicio parlamentario a que sometieron a Lugo, mismamente: el Parlamento Latinoamericano (Parlatino), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), y países miembros del bloque regional de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA).