El Parany

Se utiliza durante el mes de todo el mes de Octubre de cada año coincidiendo con la llegada de aves invernantes.

El parany es una trampa para pájaros que consiste en un grupo de árboles, por lo general algarrobos, cuyas ramas han sido podadas de forma especial. En ellas se colocan las "pechas", unas varas de madera, de las que parten tallos de esparto o delgadas varillas sintéticas recubiertas de una sustancia adhesiva, la "liga". Por lo general, todo el conjunto de árboles se halla rodeado de una valla de cemento que hace más confortable esta actividad a los "paranyers" evitando que escapen las víctimas.

El método de captura es sencillo: las aves que se posan en el árbol quedan adheridas a las varas de esparto y caen al suelo donde son capturadas y rematadas.

Un Dudoso Objetivo y una Acción Ilegal

El principal objetivo del "parany", a decir de sus practicantes y los organismos que lo autorizan, es la captura de zorzales (Turdus ssp.) bajo la idea de que constituyen una plaga para los cultivos, a parte de una supuesta "tradición desde tiempo inmemorial…". Nunca ha sido científicamente probado estos supuestos daños a la agricultura pero, pese a ello, el Gobierno Valenciano a través de su Conselleria de Medio Ambiente concede cada año más de 5.000 permisos. Estas concesiones vulneran la normativa vigente referente a la protección de las aves tanto europea como nacional y autonómica. El asunto roza ya lo grotesco cuando, como método de control de capturas, se pide al propietario del "parany" que detalle las que ha realizado, sin que existan inspecciones serias.

Efectos del Parany sobre las poblaciones de Aves

Un total de 2.500.000 aves de las tres especies de zorzales usuales en la Península Ibérica pueden ser capturados de forma "legal" cada año. A este número habría que añadir el de las aves no declaradas en los paranys "legales" y en los no autorizados cuyo número se desconoce pero debe ser elevado.

No solo los zorzales se ven afectados: petirrojos, mosquiteros, currucas … hasta 30 especies de aves, incluso rapaces, son víctimas de esta actividad que es un método de caza masivo y no selectivo. La mayoría se ven atraídas por los insectos adheridos al esparto o son simplemente quedan pegadas cuando acuden al árbol a descansar. Teóricamente, estas especies deben ser soltadas pero rara vez es así y en cualquier caso su probabilidad de sobrevivir se ve seriamente mermada por los daños sufridos en el plumaje: lo dejan sin protección térmica  y/o no podrá volver a volar; por envenenamiento: al tratar de quitarse el pegamento e ingerir un producto tóxico; o al no poder alimentarse al quedar pegado el pico en su intento de quitarse el adhesivo.

Como este es el aspecto más ilegal de este ilegal asunto (todas estas especies están protegidas) resulta difícil valorar el impacto sobre las poblaciones de aves. En un estudio hecho para la Conselleria de Medio Ambiente sobre tres paranys, 0.007 aves por percha y por hora son capturadas. Extrapolando esto al número de paranys autorizados y al número de perchas que contienen obtendríamos  un total de 2.730.000 aves por temporada.

ES NECESARIO DETENER ESTA ACTIVIDAD

El parany es un método de caza que en la actualidad pone en circulación grandes cantidades de dinero a través de la comercialización de equipos y presumiblemente a través de la venta ilegal de los pajaritos para el consumo bien en bares o a empresas conserveras italianas o francesas con el consiguiente problema sanitario. En parte por estas razones se continúa la explotación de las aves indefensas.

La SVO junto a otras entidades  conservacionistas como IDEA, Ecologistas en Acción, Grupo para el Estudio y protección de los Ecosistemas Naturales GECEN, y  APNAL-Ecologistes en Acció, ha impugnado ante los Tribunales las autorizaciones emitidas en el año 2000.

¡Ayúdanos a evitar esta masacre!

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