21 horas después de ser introducido en la cámara frigorífica, los funcionarios del depósito oyeron gritos de auxilio desde el interior.
El dueño de la morgue, Ayanda Maqolo, aseguró a The Associated Press que, al igual que sus empleados, "también estaba asustado", pero llamó a los policías para "mostrarles que no tenía miedo". Los agentes llegaron y sacaron al hombre enterrado que había sido enterrado por error y que tenía un semblante pálido. A su salida había preguntado "¿cómo he llegado hasta aquí?", según relató Ayanda Maqolo.
Posteriormente, el hombre fue llevado a un hospital, donde fue sometido a observación y a continuación recibió el alta. Los familiares recibieron la noticia del hombre aún vivo mientras celebraban una reunión familiar en la que llevaban a cabo los arreglos del funeral. En palabras de Maqolo, "estaban muy felices de tenerlo en casa".
Por otro lado, el portavoz del departamento de salud, Kupelo, exhortó a los habitantes de Sudáfrica a llamar a las autoridades de salud para que comprobasen que sus familiares están realmente muertos.