La presentación del macedonio como bisexual ha irritado a los puristas, pero no hubiera llamado la atención en su tiempo: acordémonos de Aquiles y Patroclo. En griego clásico ni siquiera había una palabra para la homosexualidad. La ministra de cultura griega Lina Mendoni descalificó a la serie como: una ficción de baja calidad y pésimo contenido, llena de inexactitudes históricas. Más duro fue un diputado del partido cristiano ortodoxo Niki: es intolerable la aceptación de la homosexualidad.
En las aventuras egipcias le acompañan la mujer y la hija del rey persa DarÍo fugado tras una batalla
La serie empieza cuando el príncipe ya se ha liberado de Aristóteles, lo que evita disquisiciones inútiles. Reduce los 12 años de vagabundeo por Asia a unas cuantas aventura , especialmente las egipcias en las que le acompañan la mujer y la hija de Darío, abandonadas por este, tras perder una batalla, que parecen rehenes contentas, especialmente la madre con la que se lía sexualmente.
Desde su juventud Alex ya sospechaba de su origen divino, algo que su madre Olimpia le confirma cuando se va de casa en busca de conquistas, al asegurarle que su padre es nada menos que Zeus; Alex seria así un semidios, algo aceptable en aquellos años. Pero parece que ese origen necesita el sello de garantía en Egipto que solo el oráculo de Siwa puede conceder.
Alejandro es tambien un prodigio de la propaganda política
En un alarde no solo de osadía sino también de talento para la propaganda política, Alejandro con una escueta compañía, en la que no podían faltar ni Ef ni Ptol, conocido posteriormente como Ptolomeo, que fundó allí la dinastía ptolemaica, cruza 500 kilómetros de desierto, desde la ciudad que llevaría su nombre hasta lo que es hoy la frontera con Libia donde se sitúa el oasis de Diwa, consiguiendo que todos recuerden que él pudo con ese desierto que fue el que se había tragado a los 50.000 hombres del ejército persa de Cambises de decenas de años atrás. Son los tres mosqueteros del desierto.
Por supuesto el oráculo -en este caso femenino- le confirma, en privado, que es divino y como consecuencia que también es el Faraón legitimo. Así se crea un dios. Hasta llegar a ese punto Alex ya había desanudado con un tajo de su espada el nudo gordiano lo que le aseguraba conquistas en Asia y batido a los ejércitos persas en las batallas de Granico e Issos, pero solo controlaba el occidente de lo que hoy es Turquía y él quería más, mucho más, en realidad quería dominar todo el mundo conocido con un pequeño ejército de 40.00 hombres. Su genio estratégico y su capacidad táctica para golpear con rapidez el punto más débil del adversario han sido un modelo para los grandes generales como Cesar o Napoleón.
Su genio estrategico le permite derrotar a un ejercito persa diez veces mayor
La batalla de Gaugamela en la que destroza a 300.000 soldados de Darío es considerada una de las más grandes y gloriosas de la historia. Los generales persas matan a su rey y Alex con el poder absoluto enseña rasgos de su personalidad que no todos alaban.
La acusación más repetida entre parte de sus tropas es que según se iban adentrando en Asia, el jefe se iba haciendo cada vez más asiático. Promovía el matrimonio de sus soldados con mujeres nativas y el mismo dio ejemplo haciéndolo tres veces, pero la serie no se adentra en los últimos años de Alejandro .
Unos cuantos sesudos profesores de desconocidas universidades nos explican al personaje y a su obra, pero si los tomamos demasiado en serio corremos el riesgo de creer que estamos viendo una serie histórica. Si aceptamos lo que nos proponen los productores británicos, que es más importante la diversión y la aventura que la discutible realidad, disfrutaremos de una realización muy digna, de unos escenarios cuidados y de una buena interpretación de Buck Braithwaite, en el papel principal, aunque viene de fabrica con un aire un tanto tristón.
Si (
No(
