Esto ha hecho que las búsquedas de qué son y por qué existen las asociaciones de cannabis aumenten entre los consumidores. Básicamente, se trata de un establecimiento o recinto en el que se comercializa y consume la marihuana de forma recreativa.
Las asociaciones cannábicas son sitios ideales para aquellos que recién se inician o que ya llevan años consumiendo marihuana. Estos lugares son legales y en ellos se vende todo tipo de productos basados en el cannabis, como cremas, tinturas y alimentos. Pero en España estamos algo atrasados y aún no funcionan exactamente del mismo modo en que lo hacen en Norteamérica. Entonces, ¿qué características diferencian al clásico weed club norteamericano de la asociación cannábica española?
¿Cómo entrar a una asociación cannábica a nivel nacional?
En nuestro país, una asociación cannabis permitirá el ingreso de nuevos miembros siempre que sean mayores de 21 años. Generalmente trabajan sin ánimo de lucro, por lo que todo el dinero que se recauda va para mejorar la propia asociación.
Los habitués de estos establecimientos tienen la costumbre de fumar de manera medicinal o recreativa, y es usual que se pidan recomendaciones de miembros activos para ingresar. Esto, para evitar que los nuevos miembros revendan la marihuana provista. Normalmente el miembro ingresa abonando una membresía de un año, lo que demostrará que está comprometido con esta causa.
Dependiendo de la asociación y la región, pueden llegar a exigir que el nuevo miembro sea residente de la ciudad o la comunidad. Esto, porque es muy común el "turismo cannábico". A tal punto que muchas asociaciones cannábicas prohíben la entrada a turistas, aunque en grandes centros urbanos como Barcelona las hay que aceptan a los foráneos. En todos los casos, eso sí, para darle uso medicinal se solicita la presentación de un certificado médico que constate una enfermedad para justificar el tratamiento cannábico.
Pero, ¿son legales las asociaciones cannábicas españolas?
Ésta es una duda recurrente, y no hay una única respuesta sino varias en relación a las comunidades en las que se asiente el club. Comunidades como Cataluña y el País Vasco han sido hasta ahora las más interesadas en mantener abiertas estas asociaciones, mientras que en otras no es extraño que sean cerradas por la Policía por el incumplimiento de ciertas normativas de índole local.
El problema es que hay un vacío legal, aún no resuelto, que implica que es legal el cultivo y el consumo de marihuana mientras sea privado y no a la vista de los demás. Pero, nuevamente, todo está sujeto a las leyes -y por qué no a la voluntad- de cada autoridad.
(CN-04)