El cuerpo, como instrumento del artista y como fin último de la representación, es el pilar fundamental de esta primera gran exposición que se lleva a cabo en España centrada en la escultura del artista y que reúne sesenta y una piezas escultóricas realizadas entre 1909 y 1964.
Comisariada por Carmen Giménez, Picasso escultor. Materia y cuerpo forma parte del programa internacional Celebración Picasso 1973-2023 y está organizada con el apoyo del Musée national Picasso-Paris y la Comisión Nacional española para la conmemoración del 50º aniversario de la muerte de Pablo Picasso, que cuenta con Telefónica como empresa colaboradora del programa español. La Fundación Bancaria Unicaja se une a esta celebración patrocinando la exposición en el Museo Picasso Málaga.
Concebida por la que fuera primera directora del Museo Picasso Málaga, Carmen Giménez, la selección de esculturas reúne la pluralidad de estilos que Picasso utilizó para representar las formas del cuerpo humano, desglosándolo en una diversidad de formatos empleando todos los materiales posibles: madera, hierro, yeso, cemento, metal o bronce que incluye su obra escultórica.
Para Picasso esta disciplina artística no era en absoluto secundaria en su producción, sino que la concebía como una forma de expresión comparable a la pintura, el dibujo, el grabado o la cerámica, ya que, como él mismo decía, ningún arte es más o menos importante que los demás. Estos lenguajes y materiales le permitían expresar diferentes aspectos de su creación.
Aunque esta esfera de su obra empezó a hacerse más evidente y prolífica durante su período cubista, Picasso realizó esculturas casi desde el comienzo de su extensa carrera artística y siguió trabajando en ellas durante toda su vida. Se acercó al medio con la libertad de un artista autodidacta, dispuesto a romper todas las reglas. Quizás como consecuencia de esta actitud la mayoría de sus hallazgos escultóricos le acompañaron hasta sus últimos días, de lo que dan testimonio las numerosas fotografías de sus estudios y viviendas. Tratándolos casi como miembros de su hogar, apreciaba la compañía de las esculturas y disfrutaba recrearlas en una variedad de situaciones. Picasso mantuvo la mayoría de éstas en su colección privada durante su vida.
Picasso escultor. Materia y cuerpo cuestiona los límites entre escultura y pintura, obra acabada y maqueta, así como entre gran obra y obra menor. El recorrido por estos casi sesenta años de esculturas de Picasso conforma una revisión de la historia del arte: el cubismo, la abstracción, lo primitivo y el object trouvé, se muestran en estas sesenta y una piezas centradas en el cuerpo humano que Picasso realizó entre 1909 y 1964.
Carmen Giménez, primera directora del Museo Picasso Málaga, es una conservadora de arte y comisaria de exposiciones española que ha trabajado como consejera del Ministerio de la Cultura y con el Museo Guggenheim de Nueva York. A lo largo de su carrera, ha desarrollado un extenso programa de exposiciones internacionales.
PICASSO Y LA ESCULTURA
La escultura es la faceta artística menos conocida de Pablo Picasso, quizás debido a que tenía 85 años cuando accedió a que el Petit Palais de París mostrara por primera vez docenas de esculturas que siempre había guardado consigo. Probablemente, también porque a lo largo de su vida se calcula que pudo hacer unas 700 esculturas frente a los aproximadamente 4.500 cuadros que realizó. Para Carmen Giménez "no solo fue lo escultórico fundamental para la construcción propia de la obra pictórica, sino que igualmente la pintura le sirvió de aporte a la obra escultórica, en un continuo desplazamiento entre disciplinas". Así es ya que en cada etapa escultórica, y al igual en que en el resto de sus creaciones, Picasso se reinventaba dotando de nueva energía al medio escogido y creando nuevas conexiones entre toda su obra.
A finales del siglo XIX, la escultura requería el conocimiento de diversas técnicas y el uso de materiales resistentes como el bronce, el mármol o la madera. Aunque de niño Picasso recortaba siluetas en papel, se desconoce si durante su formación como estudiante de arte realizó alguna incursión en este terreno. Para el artista, la escultura siempre fue algo muy personal, íntimo y hasta cierto punto, improvisado. Su primera pieza de arcilla conocida, Mujer sentada (1902), la realizó en el estudio de su amigo escultor Emili Fontbona en Barcelona. El descubrimiento del arte africano y oceánico en el Musée d'Etnographie de Trocadero en París le reveló la fortaleza con la que, a modo de talismán, se podía dotar a los objetos.
Entre sus primeras piezas, sin duda la cubista Cabeza de mujer (Fernande) (1909) es la más conocida, pero cuando tres años más tarde vuelve a trabajar las tres dimensiones lo hace en otra dirección, introduciendo por primera vez el espacio como material escultórico. Algo que hoy en día nos parece natural, pero que sorprendió cuando en la serie de seis bronces policromados Copa de absenta (1914),
el espacio vacío representaba la transparencia. Muchos de los trabajos de esta época incluyeron materiales tan cotidianos e innovadores como cordeles, papel, cartón, arena, muelles, hojalata o pegamento; pero en 1924 su escultura Guitarra, formada con diferentes planos de cartones y cuerdas, marcó el final de una era, cuando el impacto del surrealismo en Picasso le llevó a otros trabajos.
Entre 1928 y 1934 modela una serie de construcciones de hierros soldados, cruciales para el futuro de la escultura moderna, fruto de su colaboración con su amigo de juventud y escultor Julio Gonzalez, pero también estilizadas figuras en madera y sensuales formas humanas. Así, el artista se dedicó intensamente al modelado en yeso en su castillo de Boisgeloup, concibiendo figuras curvilíneas y sensuales en las que narices, cuellos, bocas, ojos y pechos se conjugaban recreando voluptuosamente la carnalidad del ser humano. En 1937, en plena Guerra Civil española, el Gobierno de la República le invita a participar en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de Paris, en donde mostrará el alegato contra la guerra Guernica y cinco esculturas creadas en Boisgeloup.
En 1940 retomó la escultura montando en su estudio de la calle Grands-Augustins una zona específica para ello, que supuso el inicio de una gran actividad que continuó hasta el periodo de posguerra. En los años cuarenta y cincuenta las escenas de su vida familiar y cotidiana se reflejaban también en sus obras tridimensionales. En 1948, entusiasmado con su nueva pasión que por la cerámica le inculcan Georges y Suzanne Ramié, se asentó en Vallauris en donde de nuevo transformó su inexperiencia y creatividad en una prerrogativa con la que romper las reglas y cánones del proceso alfarero. Picasso continuó paralelamente con su obra pictórica, gráfica y escultórica, en donde el ensamblaje se convirtió en su principal modo de operar.
En el año 1955 se mudó a La Californie, en Cannes, a donde trasladó todas las obras que guardaba en París, de manera que volvió a trabajar y a vivir en un mismo espacio. Tanto en esta nueva residencia como en las posteriores - Château de Vauvenargues (1958) y Notre-Dame-de-Vie en Mougins (1961) -el artista sembró de esculturas los espacios interiores y exteriores, como muestran las fotografías de los reconocidos fotógrafos que le visitaban: Henri Cartier-Bresson, Robert Douisneau, Irving Penn o David Douglas Duncan, entre otros. Piezas que formaban parte de su forma de vivir y que no deseaba ni vender ni prestar para exposiciones.
A mediados de los cincuenta esculpió formas en madera vieja, trozos de mobiliario y especialmente, estimulado por Lionel Prejger, hojas de planchas de metal. El artesano Joseph-Marius Tiola transforma las maquetas del artista en papel o cartón a chapa metálica de mayor formato, recortada y doblada. Algunas piezas fueron pintadas, mientras que en otras permitió que el óxido produjese sus propios cromatismos. Se trata de Bañistas, mujeres y otros personajes representadas en planos, en las que de nuevo el vacío se muestra estructuralmente al mismo nivel que la forma sólida.
En los años sesenta el desarrollo urbano y el boom económico de la posguerra demandó obras de arte a gran escala destinadas a la transformación de las ciudades en paisajes contemporáneos. El artista Carl Nesjar convenció a Picasso para trasponer su obra a grandes proporciones en un hormigón resistente al exterior, llevando a cabo más de veinte proyectos en ciudades europeas y americanas. Esta exposición exhibe una Maqueta para la escultura del Richard J. Daley Center (1964), destinada a convertirse en la escultura de 20 metros de alto en acero que desde 1967 está situada delante del Civic Center de Chicago. Se trata de un rostro geométrico con volúmenes sugeridos por los contrastes entre vacíos y materia.
En el año 1966, con motivo de su 85º aniversario, al artista accedió a que muchas de las esculturas que tenía en su domicilio fueran contempladas en la exposición "Hommage à Pablo Picasso" del Petit Palais. Esculturas que posteriormente también viajaron a Londres y a Nueva York, mostrando y demostrando al mundo el talento de Picasso escultor.
PUBLICACIÓN Y ACTIVIDADES PARALELAS
Coeditado por La Fábrica, Museo Picasso Málaga y Guggenheim Bilbao, el catálogo de la exposición Picasso escultor. Materia y cuerpo se publica en español e inglés con ensayos de Carmen Giménez, Pepe Karmel y Diana Widmaier Picasso. Prolíficamente ilustrado, incluye además de las obras en exposición imágenes de época de Brassaï. Esta publicación tiene distribución nacional e internacional.
Con motivo de la apertura de la exposición Picasso escultor. Materia y cuerpo, el Museo Picasso Málaga ha organizado para las jornadas del 9 y 10 de mayo el Seminario Internacional Pasado y futuro de la escultura moderna en el Auditorio MPM. Dos jornadas en las que recorrer la genealogía de la escultura del siglo XX, desde sus fuentes antiguas hasta la contemporaneidad. La escultura de Picasso, el impacto de la obra de Rodin y de la estatuaria antigua en los artistas modernos y la escultura pública contemporánea serán algunos de los asuntos a debatir por la comisaria de la exposición y primera directora del MPM, Carmen Giménez, la conservadora Astrid Nielsen y los expertos Jonathan Vernon y Marianne Wagner, junto al director artístico MPM, José Lebrero Stals.
Al inicio de la visita a esta exposición, una línea temporal destaca de manera visual algunos de los hitos e influencias relacionadas con la obra escultórica de Picasso que se muestran en las salas. Para ello, el Museo Picasso Málaga ofrece un servicio de audioguía, en español y en inglés, que contribuye a profundizar en la obra expuesta y ahondar en el discurso expositivo. Además, se han organizado talleres de técnicas artísticas para adultos relacionadas con la escultura: taller de vaciados y de modelado del natural, entre otros. También, un ciclo de charlas en las que el arte y la escultura del artista malagueño se relacionan con disciplinas como la física o la danza. La propuesta cultural y educativa se complementa con un amplio programa para todos los niveles de la comunidad educativa, así como para niños y familias.
CELEBRACIÓN PICASSO 1973-2023
El 8 de abril de 2023 se cumple el cincuenta aniversario del fallecimiento del artista español Pablo Picasso, evento que marcará la celebración de su obra y su herencia artística en Francia, España e internacionalmente. Los gobiernos de Francia y de España han acordado trabajar conjuntamente en un programa internacional a través de una comisión binacional que reúne a las administraciones culturales y diplomáticas de los dos países.
La Celebración Picasso 1973-2023 gira en torno a unas cincuenta exposiciones y eventos que se celebrarán en instituciones culturales de renombre de Europa y América del Norte que, juntas, abordan un análisis historiográfico de su obra. La conmemoración, acompañada de celebraciones oficiales en Francia y España, permitirá hacer un balance de las investigaciones e interpretaciones sobre la obra de Picasso, especialmente durante el importante simposio internacional en otoño de 2023 que, además, coincide con la apertura del Centre d'Etudes Picasso en París.
La Comisión Nacional española para la conmemoración del 50º aniversario de la muerte de Pablo Picasso y el Musée national Picasso-Paris se complacen en apoyar este programa excepcional, que cuenta con Telefónica como empresa colaboradora del programa español. Telefónica, empresa de telecomunicaciones líder a escala mundial en la provisión de soluciones y servicios tecnológicos, digitales y de comunicación, estará presente en todos los actos de celebración de la obra del artista español Pablo Picasso en el aniversario de su muerte. Con esta iniciativa, Telefónica quiere unirse a la divulgación de la obra del gran artista malagueño, reconocido como uno de los pintores más prolíficos de todos los tiempos, haciendo más accesible su arte a todos los públicos. La exposición Picasso escultor. Materia y cuerpo está patrocinada por Fundación Bancaria Unicaja, que se suma así a esta conmemoración y homenaje a la figura del artista.
Nuestro agradecimiento también para Bernard Ruiz-Picasso, nieto del artista y presidente de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, Madrid (FABA), miembro de la comisión franco-española encargada de esta celebración, así como patrono y presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso Málaga.