Son más ochenta obras entre pinturas, dibujos, acuarelas que proceden de colecciones públicas y privadas. Con la peculiaridad de que un veinte por ciento son inéditas, otros cuarenta por ciento son poco conocidas o pocas veces expuestas. Además de piezas diversas que acompañan a la exposición.
En seis salas se ha fragmentado por secciones zonales:
Primera Sección: “Evocaciones históricas” El pintor en estos temas se expresa con fidelidad histórica y ambiental en depurada y exquisita técnica.
Se exhibe por primera vez por estar en colección particular “El suspiro del moro” obra que tardó desde 1879 a 1892 que ha sido recientemente restaurado.
La obra sobre Juana La Loca (1877) su motivo fue el tercer envío reglamentario como pensionista en Roma- La obra exhibida que es una tercera copia perteneciente a la colección de Pardo Sancho. Modelo en el cuadro fue Consuelo Carrete y la ubicación de la sala del cuadro para su especial ambientación se realizó de una sala del Palacio del Duque de Frias en Ocaña. Juana aparece a acompañada de su hija la infanta Catalina en Tordesillas. Este nuevo oleo que duplica en tamaño fue un encargo para su residencia por el empresario Luís de Ocharán Mazas en 1907
La importante obra “La rendición de Granada” (1877) le catapultó a la cima del éxito dentro y fuera de nuestras fronteras aunque a la pintura histórica se la venia catalogando como un genero desfasado y se la evadió de la exposición Universal de París de 1889.
Segunda Sección “Alegorías y escenas medievales” motivos que empieza a pintar en techos y antesalas del Palacio de Linares por encargo desde 1880. El pintor Luis de Llanos en el correspondiente Imparcial en 1887 le define como “el nuevo Pradilla” con la sensibilidad más sutil de adaptación a nuevos tiempos.
Destaca en la sala “Mal de amores” por encargo del industrial vasco Ramón de Aburto expuesto en Paris en 1919 con una escena poética, como revela la carta de Pradilla a Aburto el 22 de agosto 1912 “el marqués de Camaras, amigo particular del Rey, cuando visitó el estudio pasó varias horas contemplando el cuadro y aseguró que jamás vió cuadro que le produjera tan exacta impresión de la realidad y del relieve pues es superior a las famosas Meninas y sólo el estereoscópico puede superarle”
La obra “Dulce despertar” (1911) procede del Museo Carmen Thyssen en Málaga y estuvo expuesta en Pinedo (Buenos Aires), Rio de Janeiro y Sao Paolo y reproducida en La Ilustración Artística de Barcelona 1912.
Tercera Sección: “Al Aire Libre “esta práctica muy desarrollada por el pintor desde sus inicios y de la que consta los diversos terrenos explorados de su realidad de vida y lo explica en su autobiografía –Roma 8 de mayo 1892 “en mi pintura al aire libre me propuse ser fiel al natural tanto en la representación del asunto con el justo y preciso efecto del color y luz locales, sin añadir a la observación mejoras con otros artificios más que los necesarios para evidenciar la belleza del natural de por sí siempre maravillosa”
Cuarta Sección: “Costumbrismo y modernidad” entre 1880-1890 pinta acuarelas y cuadros de pequeño formato con escenas en general de romerías, verbenas y costumbristas en una narrativa considerada más personal e intimista con cuadros audaces más propios de la fotografía artística. Con lo que combina tradición y modernidad a la que dota de gran fuerza expresiva. Se puede contemplar en estos temas “La encajera de bolillos” de la colección Pedraza Martínez Origuela (Alicante 1915) obra magnífica con la joven encajera charra ricamente ataviada confeccionando los encajes para su vestido de novia.
Quinta sección: “Retratos” sin ser un género muy practicado por Pradilla destaca su intensa capacidad de captación psicológica con la persona retratada. Se ejercitó en copiar retratos de celebres maestros en el Museo del Prado. Entre esta obra sobresale la prodigiosa acuarela “Vejez-tipo italiano” (colección particular) con un impactante e inquietante estudio de género en la anciana vestida en la tradición de las Lagunas Pontinas. Con su habitual modestia Pradilla la explicó “es mi favorita y vanidad aparte, no tiene par hasta el día de hoy en el mundo en su género”
Sexta Sección “Acuarelas y dibujos” en su autobiografía hablando sobre sus años jóvenes expresa “varios amigos organizamos una clase nocturna para pintar acuarelas. Pronto me distinguí y vendí mis trabajos a precios suficientes” En Roma contó con clases de Fortuny y Fernán Flor quien dijo “la acuarela y el país son los dos dominios de Pradilla”. Contemplar “lavanderas en el rio” de la colección de Carmen Thyssen en Málaga avalan estas palabras.
Un refrendo de la importancia y recorrido de su obra lo testimonian algunas de las frases que figuran sobre esta:
“Hombre ilustre que recurre a su gran erudición con arte exquisito y un savoir faire de primer orden. Artista incomparable y acaso el más completo de todos nuestros contemporáneos. Pradilla en una palabra” (Antonio Cánovas del Castillo- en La Epoca-5 junio 1900)
“Me introduzco en su estudio de trabajo y puedo ver los bocetos convertidos en realidad, o sea el cuadro “el suspiro del moro”. Salí del estudio del maestro con el mismo sentimiento que debió de experimentar Boabdil al despedirse de su querida ciudad al dejar de ver la Alhambra de Granada y yo dejaba de ver la Alhambra de la pintura (Juan José Garate-Diarios de Zaragoza-19 febrero 1905)
“Pradilla ha leído mucho, ha visto mucho y ha estudiado mucho sin quizás apercibirse él mismo ha resultado un excelente crítico, un aprovechado historiador y un erudito arqueólogo” (La Ilustración artística nº 211-Barcelona 11 enero 1886)
“A Pradilla en el extranjero le conceden dos personalidades artística: la de mano grande cuando pinta lienzo fuera del caballete y la mano chica cuando pinta lienzos pequeños, no comprendiendo cómo puede dominar ambas manifestaciones” (Anselmo Gascón de Gotor-Revista Nuestro Tiempo-julio 1904)
El interés que está exposición está suscitando viene compulsado por la gran afluencia de público que ya se ha registrado y que está rebasando el número de espectadores. Una vez más se confirma que la calidad de una exposición y su contenido obtiene la importancia meritoria que un autor requiere.
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