Las imágenes no hacían presagiar nada bueno, ya que el coche empezó a arder y además, estaba partido en 2. Hacía años que no se veía fuego en un circuito, y mucho menos, en esas circunstancias. Las terribles imágenes de Niki Lauda en 1976 se nos venían a la mente.
Las apuestas, antes de comenzar la carrera, estaban claras en Betway Movil. Una cuota muy pequeña para Lewis Hamilton, que se alzó con la prueba y que desde el fin de semana anterior ya era campeón del mundo por séptima vez en su vida, igualando el récord del malogrado Michael Schumacher. Por la parte trasera del grupo, las cuotas adquirían una tasa más elevada, ya que el dominio del británico durante todo el campeonato ha sido indiscutible. De todas maneras, apostar en una carrera de Fórmula 1 siempre es un ejercicio totalmente emocionante, ya que nunca se sabe que puede terminar pasando. Betway lo sabe y por eso, pone a disposición de los aficionados unas apuestas totalmente claras y en la que la emoción siempre está asegurada. Recuerda que Betway se toma muy en serio el juego responsable y su lema, "sin diversión no hay juego".
Así aguantó el HAAS de Romain
La carrera se había puesto patas arriba mientras el coche de seguridad había salido a la pista. Ya no importaba el resultado, se necesitaba saber cómo estaba Romain. Y ahí, tras unos segundos que fueron horas, se le vio saliendo de entre el fuego y saltando la valla. Solo había perdido una bota y un guante. Lo mejor, ni rastro de fuego en sus ropas ni atisbos de una lesión grave a simple vista. El equipo médico llegó con prontitud y atendió a Romain sobre la pista. Refiriendo dolor en ambas manos, se le remitió al centro médico del circuito y de ahí fuer derivado al hospital. El franco-suizo solo tenía quemaduras leves en ambas manos y un contusión en las costillas. ¿Cómo fue esto posible?
La tecnología aplicada a la F1 hizo posible que el piloto escapara ileso de ese terrible accidente, sin duda, el más espectacular sufrido por un corredor en los últimos años, y quizás solo comparable al brutal que sufrió Robert Kubica en Canadá en 2007, de proporciones épicas. Consuela pensar que toda la tecnología que actualmente se utiliza en la F1, termina llegando a los coches de calle pasados unos años.
Sigue sin encontrarse explicación al incendio del coche de Grosjean. El depósito de combustible reventó y generó el incendio que tuvimos oportunidad d ver en la TV. Pero cuesta de explicar ya que el depósito de gasolina es una bolsa hecha en kevlar, un material ultrarresistente y que es capaz de aguantar perforaciones y penetraciones hasta de una bala. pero es obvio, el impacto a 53 G contra un elemento cortante como una valla, hizo que se pusiera demasiado a prueba. Puede que en un futuro próximo veamos los depósitos de combustibles de coches de calle realizados en este material y que evite incendios en caso de accidente.
Pero si algo ha demostrado la F1 es que es capaz de lo mejor.
Para comenzar, el traje ignífugo aguantó los 27 segundos de fuego, pero está preparado para soportar hasta 1 minutos a 800 grados. Del caso solo se reblandeció levemente la visera, salvando la vida de Romain. Y si hablamos del coche, nunca habíamos visto un coche de competición partido por la mitad. De hecho, de ese coche no se ha podido aprovechar ninguna parte. Pero podemos afirmar que Grosjean está vivo gracias al halo. Un arco de seguridad de titanio y que se introdujo en 2018. Efectivamente, resta estética al coche, le aporta 20 kilogramos extra de peso, pero desde este instante, nos declaramos fans de este sistema de seguridad que a Romain le ha ayudado a salir ileso. De no haberse introducido, probablemente el piloto hubiera sido decapitado por la valla metálica.
En cualquier caso, es momento de hacer análisis y tener presente que una carrera de F1 está llena de riesgos y que afortunadamente, la mayor parte de los accidentes se saldan con lesiones de menor importancia que no impiden el normal desarrollo de las pruebas. La vida de Grosjean se ha salvado gracias a una combinación de ciencia aplicada a los monoplazas y cómo no, de suerte. Pero ha de servirnos para hacer una reflexión: ¿dónde está el límite de un coche de Fórmula 1? ¿Volverá a rondar la suerte en las siguientes pruebas? ¿O es que acaso los pilotos están hechos de otra pasta?
Si (
No(
