“El Presidente ha instruido a partir de hoy en la noche un toque de queda en todo el territorio nacional desde las 22:00 horas hasta las 5:00 AM del día siguiente”, anunció el ministro de Salud, Jaime Mañalich, en rueda de prensa desde el palacio de la Moneda, sede de Gobierno en Santiago.
El ministro explicó que se ha "estabilizado la cantidad de casos diarios en los últimos cuatro días", con un número cercano a 100 por jornada, desde que se confirmara el 3 de marzo el primer test positivo.
El sábado una mujer postrada de 83 años se convirtió en la primera fallecida por coronavirus, contraído en una reunión familiar en su casa, donde uno de los integrantes venía llegando del extranjero.
El Gobierno, que aumentó su capacidad de hacer pruebas diarios, anunció nuevas medidas de prevención nacional porque han confirmado casos positivos en zonas muy remotas, y también por la desobediencia ciudadana incluso entre contagiados de coronavirus con síntomas leves a quienes se les ordenó cuarentena domiciliaria y la violaron.
Las autoridades prevén establecer una cuarentena total en Puerto Williams, unos 3.600 km al sur de Santiago, en el extremo continental, así como cordones sanitarios en varias regiones del norte y del sur.
En un clima de confinamiento parcial voluntario que ha vaciado los espacios públicos de las principales ciudades del país, las autoridades están tomando medidas más duras tras la gran afluencia de turistas locales a los balnearios de la costa central, a unos 100 km de Santiago, que se vio el viernes.
En las tres comunas más ricas de Chile, ubicadas en Santiago, se concentran la mayoría de los casos de Covid-19 en este país.
Por esta razón las autoridades anunciaron que establecerán un control policial estricto -apoyado por las Fuerzas Armadas- en los barrios de Providencia, Las Condes y Vitacura, “que son el foco de expansión del coronavirus más relevante en el país”, dijo el ministro.
Un número importante de residentes de estas zonas cuenta con una segunda vivienda en las playas de la costa central, donde los pobladores locales, pescadores y personas que trabajan en el servicio, impidieron el viernes con barricadas el ingreso a estas localidades, que cuentan con centros médicos pequeños, muchos de ellos precarios.