Magdiel Sánchez falleció en la puerta de su casa tras sufrir un disparo por hacer caso omiso a los agentes que le ordenaron soltar una tubería que llevaba consigo y tirarse al suelo, pese a que al menos un vecino intentó alertar a la Policía de que el sospechoso no podía oírles.
Los hechos tuvieron lugar a primera hora de la noche del martes, cuando dos agentes trataban de localizar al dueño de un vehículo que poco antes se había visto involucrado en un accidente de tráfico y se había dado a la fuga.
Los agentes recibieron un aviso de que el conductor del vehículo podría ser el padre de Magdiel Sánchez, por lo que se dirigieron a su domicilio.
Al llegar, el teniente Matthew Lindsey se encontró con Magdiel Sánchez sentado en el porche de su casa y con una tubería entre sus manos, por lo que decidió pedir refuerzos.
"Cuando llegó la unidad de refuerzo, comenzaron a darle indicaciones al individuo para que soltara el arma y se tumbara en el suelo", relató hoy el capitán Bo Mathews, jefe de la Policía de Oklahoma.
En ese momento, Sánchez se puso en pie y se dirigió hacia los agentes, aún con la tubería en sus manos.
Pese a que, según reconoció Mathews, había al menos un vecino avisando a los agentes de que Sánchez no podía escucharles, Lindsey abrió fuego con una pistola eléctrica, mientras que un segundo agente, el sargento Christopher Barnes, disparó su arma reglamentaria y abatió a Sánchez.
Al llegar al lugar de los hechos, el equipo de emergencia sanitaria tan solo pudo certificar la muerte de Magdiel Sánchez.