Como cada 8 de marzo el feminismo ha salido a la calle en el Día Internacional de la Mujer para protestar contra todas las formas de discriminación y violencia machista en un grito colectivo que retumba en decenas de países. En esta ocasión, la asistencia ha rebasado las expectativas y la marcha ha quedado taponada nada más comenzar.
Pasadas las 18.30 de la tarde, y tras el paro de media hora de la mañana, grupos de manifestantes ya se concentraban por la madrileña plaza de Cibeles, de donde arrancaba la manifestación. En la cabecera se situaba el movimiento feminista madrileño, con una pancarta morada con el lema "Juntas y fuertes, feministas siempre" y justo debajo la frase "Paro internacional contra el heteropatriarcado".
Las asistentes han comenzado a andar a ritmo de una canción de la rapera feminista Gata Cattana, recientemente fallecida, al mismo tiempo que la fuente de Cibeles y el Ayuntamiento de Madrid se iluminaba de morado. Sin embargo, no han podido avanzar muchos metros porque cientos de personas taponaban la calle Alcalá en dirección Gran Vía, por donde tenían que proseguir. "Al principio solo han cortado un carril y los coches han tenido que parar porque había muchísima gente", resume una de las activistas.
Poco antes del inicio, las organizadoras valoraban muy positivamente el seguimiento del paro laboral de 12.00 a 12.30, y han querido lanzar un mensaje: "Si nos matan, nos acosan, sufrimos discriminación, agresiones y brecha salarial, produzcan sin nosotras".
Vista de la manifestación del Día de la Mujer / Olmo Calvo
Tras casi una hora con la cabecera taponada, la manifestación ha conseguido avanzar por Gran Vía al tiempo que sus integrantes lanzaban los lemas que hoy eran razones: "Que viva la lucha de las mujeres", "No es un caso aislado se llama patriarcado" o "la lucha será feminista o no será".
Mientras la cabecera avanzaba por una de las principales arterias de la capital, todavía seguía parte de la manifestación en Cibeles. "Viendo a Argentina y a Polonia nos podíamos esperar esto, pero ha superado las expectativas. Está siendo absolutamente multitudinaria" asegura una de las organizadoras, que califica la protesta de "éxito total".
Una de las miles de mujeres que han ido a la marcha, Carmen, cuenta a eldiario.es que trabaja como administrativa en una oficina y ha venido con tres amigas, ataviadas todas con boinas moradas, algo que llevan haciendo desde hace muchos años. "Somos veteranas en el 8 de marzo", exclama. Ha hecho el paro laboral de esta mañana porque "hay que involucrarse en la lucha de las mujeres" y asegura que en pocas otras manifestaciones del 8M había visto Madrid tan abarrotada.
"El feminismo está fuerte"
Algunas mujeres han venido con los clásicos gorros rosas con los que asistieron a la Women's March las estadounidenses el pasado enero contra la proclamación de Donald Trump y muchas otras con el brazalete morado con el que el movimiento feminista ha llamado a participar en este 8 de marzo. "Ni una menos", gritan mientras siguen caminando a ritmo de batucada en referencia al colectivo argentino que convocó las multitudinarias movilizaciones contra los feminicidios en el país.
Vista de la cabecera de la marcha / Olmo Calvo
"No son muertes, son asesinatos", han coreado algunas de las asistentes al mismo tiempo que otras comentan entre ellas la enorme afluencia de la marcha. Para las más jóvenes, como Susana, que tiene 20 años, el feminismo está en un momento "de eclosión porque cada vez más gente se da cuenta de lo necesario que es". Su amiga Rosa asiente para unirse a los cánticos que comienzan a entonar a su lado: "Mujeres unidas jamás serán vencidas", exclama.
Pepa lleva viniendo 30 años a la manifestación del 8M en Madrid y asegura que no recuerda una tan multitudinaria. Dice que a cada rato se emociona porque es una muestra "de que el feminismo está fuerte". Cree que este es un momento especialmente reivindicativo porque "en contra del discurso oficial de que la igualdad esta conseguida, esto es una buena muestra de que es necesario". Señala a un par de chicas jóvenes que gritan consignas y portan una pancarta en la que se lee "mi cuerpo, mis normas". Y es que en la Gran Vía se mezclan las más veteranas, pero también muchísimas chicas jóvenes.
Una de las asistentes a la marcha de las mujeres / Olmo Calvo
Como Alicia, que trabaja en una tienda de ropa del centro de la capital. Tiene 19 años y sonríe al mirar hacia Cibeles iluminada de color morado porque no se imaginaba "que fuera a venir tanta gente". Alicia no ha secundado el paro de esta mañana porque "mis condiciones de recién contratada y precariedad" no me lo permitían. Sin embargo, lo ha cambiado por la protesta en la calle, porque de alguna u otra manera, "el feminismo es imparable", asiente.
Sobre las 21.00 la cabecera ha llegado a Plaza España, donde finalizaba la manifestación. Allí la Solfónica ha cantado varias canciones, entre ellas, una en honor a las mujeres que han estado un mes en huelga en la Puerta del Sol contra la violencia machista y que finalizaron este martes.
A la espera de la lectura del manifiesto, las organizadoras han asegurado que todavía había gente en Cibeles: "Se ha desbordado y nos ha desbordado a nosotras", reconoce una de ellas, que celebra que "el feminismo está presente en la ciudad de Madrid. Compañeras, hermanas, lo estamos consiguiendo: Viva la lucha feminista", ha dicho desde el escenario.
El manifiesto, leído por varias mujeres de diferentes edades y territorios, ha recordado los crímenes machistas de Argentina y las luchas feministas de Rusia, Polonia o el Sáhara. "Plantamos cara y exigimos soluciones", exclaman. Por ello, piden que los derechos de las mujeres "no sean cuestionados", que "se respete la diversidad de género y sexual" y que se acoja a "todas las personas que deseen migrar". Además han reivindicado currículos feministas en la educación, el fin de los recortes y una política feminista, "no feminizada".
Marta Borraz
eldiario.es
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