"Quiero dejar muy claro que no va a haber deportaciones masivas" y "el Departamento de Seguridad Nacional actuará conforme a derecho y respetando los derechos humanos", señaló.
"No habrá uso de fuerzas militares en operaciones migratorias", repitió en dos ocasiones Kelly, de visita oficial en el país con el secretario de Estado, Rex Tillerson. Kelly expresó esta postura después de escuchar a Tillerson y los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, con los que participó en una declaración de prensa conjunta en la que no admitieron preguntas de los periodistas.
Según Kelly, Estados Unidos mantendrá una "estrecha colaboración con el Gobierno de México" en esos aspectos.
"La amistad de nuestra frontera es importante y lo que une a los funcionarios mexicanos con los funcionarios de Estados Unidos son lazos de responsabilidad y amistad", enfatizó.
Puntualizó que "todas las deportaciones se harán conforme" al "marco legal" y "el enfoque de las deportaciones será sobre gente con antecedentes criminales".
También reveló que con los secretarios mexicanos conversaron sobre "la necesidad de reducir las causas de expulsión de migrantes de Centroamérica", de donde proceden muchos de los inmigrantes irregulares que llegan a EE.UU. vía México.
En este punto aclaró: "No se hará uso de la fuerza militar en los operativos de frontera" y habrá "un operativo sistemático, organizado y enfocado en la entrega de resultados".
Es más -continuó-, "se hará de manera que se respete la dignidad humana" porque "es así como operan el Ejército mexicano y el Ejército de Estados Unidos".
"Lo que sucede en México también afecta a la seguridad de Estados Unidos y juntos nuestros países administrarán la frontera con más cruces del mundo", con personal que "trabaja combatiendo la trata de personas, de productos" y otros problemas de ese ámbito, añadió.
Opinó además que "las migraciones deberían ser seguras" y reconoció que los migrantes que intentan llegar desde Centroamérica a Estados Unidos afrontan "un viaje tremendamente peligroso".
"La falta de oportunidades económicas en Centroamérica" es lo que provoca que "esa maravillosa gente" tome esos riesgos, lamentó.
Frente a este escenario, resaltó que los gobiernos de México y EE.UU. se han comprometido a hacer sus fronteras "mas seguras" y comparten "preocupaciones comunes", como el tráfico de armas y de drogas.
Minutos antes, su homólogo mexicano, Osorio Chong, dijo que México "considera que el esquema de coordinación y los mecanismos de cooperación" existentes con EE.UU. "requieren de un diálogo permanente que ponga las necesidades de ambos países por delante".
"Insistimos en la necesidad de mantener los esquemas de repatriación ordenada y en garantizar el respeto de los derechos humanos" de los migrantes, reveló sobre las reuniones sostenidas entre las dos delegaciones.
En línea con Kelly, Osorio se refirió a "la importancia de mantener una estrecha cooperación con los países de Centroamérica para construir esquemas de colaboración que articulen una auténtica estrategia de seguridad" regional.