El presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro, Dmitri Medvedev, rindieron hoy honores al embajador en Turquía, Andrei Karlov, asesinado el pasado lunes, en el Ministerio de Exteriores en Moscú. Allí estuvo expuesto el féretro con su cadáver, vigilado por una guardia de honor de las Fuerzas Armadas, informó DPA.
Putin y Medvedev consolaron brevemente a la viuda del diplomático, Marina, y su hijo, según informó la televisión pública. También el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, y numerosos diplomáticos acudieron a despedir al embajador.
Varios colegas depositaron flores junto al féretro, informó la televisión estatal rusa. En el hall del Ministerio se grabó su nombre en una placa conmemorativa que recuerda a los diplomáticos muertos en servicio.
El féretro fue después trasladado a la catedral de Cristo Salvador de Moscú, donde se celebró un funeral oficiado por el jefe de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Kirill. Putin había anunciado también su presencia pero por el momento no está del todo claro si acudió.
Después, Karlov será enterrado con honores militares en el cementerio Jimki, en el noroeste de la capital rusa.
Putin declaró el miércoles a Karlov héroe de la Federación Rusa. El diplomático sirvió durante décadas en Corea del Norte y del Sur antes de asumir la dirección de la legación diplomática en Turquía hace tres años.
En embajador, de 62 años, fue asesinado a tiros en una galería de arte de Ankara por un policía turco que gritó consignas islamistas y contra la intervención rusa en Alepo al consumar el crimen.
Mientras tanto, las autoridades turcas pusieron en libertad hoy a seis familiares del hombre que lo asesinó, entre ellos su madre, padre y hermana, tras declarar ante la policía, informó la agencia de noticias estatal Anadolu.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, atribuyó el asesinato al movimiento que lidera el clérigo Fethullah Gülen, autoexiliado en Estados Unidos, a quien también responsabiliza de la intentona golpista del pasado 15 de julio. Rusia, en cambio, considera que aún es pronto para formular acusaciones concretas.
Rusia y Turquía accedieron a realizar una investigación conjunta sobre lo ocurrido y un equipo de 18 expertos se encuentra ya en Turquía participando en las pesquisas.