El jefe del Comité de Derechos Humanos del Consejo de la provincia de Nínive, de la que Mosul es capital, Gazuan Hamed al Daudi, denunció que agentes de la "hesba" (policía del EI) asesinaron de una sola vez a todas las víctimas en el barrio de Al Tahrir, frente a la mezquita al Zahrá, en el este de Mosul.
Antes de proceder a la lapidación, uno de los yihadistas leyó un comunicado del denominado Tribunal religioso del EI frente a una multitud que fue obligada por la fuerza a presenciar el asesinato en ese lugar público.
Los yihadistas arrojaron piedras contra las víctimas durante cerca de una hora, hasta provocarles la muerte, y sus cuerpos fueron trasladados posteriormente al depósito de cadáveres de Mosul.
Al Daudi reveló que, según informaciones recibidas por su Comité, un total de 90 jóvenes iban a ser ejecutados, pero el EI se limitó a matar a 21 personas para que sirva de escarmiento y con el objetivo de "impedir la práctica de la prostitución y la fornicación", según el comunicado del grupo yihadista.
Por otra parte, indicó que el EI efectúa diariamente ejecuciones y detenciones de antiguos miembros del Ejército y la Policía iraquíes, además de funcionarios del Gobierno.
Los métodos que suele emplear el grupo radical para ejecutar a sus víctimas incluyen el fusilamiento, la decapitación o degollamiento, la lapidación e incluso el lanzamiento de personas desde la azotea de edificios públicos, casi siempre en presencia de otros ciudadanos.
La provincia de Nínive y Mosul fueron conquistadas por el EI en junio de 2014, cuando los yihadistas proclamaron un califato en los territorios bajo su control en Irak y Siria.