Alcalde en México: la profesión más peligrosa del mundo

A las siete de la mañana del pasado 2 de enero, siete encapuchados irrumpieron en la casa de la alcaldesa Gisela Mota, en Temixco, en el estado mexicano de Morelos. La sacaron a la fuerza de su cama y la llevaron al salón principal, donde la asesinaron con cuatro disparos en la cabeza al frente de su familia. Tenía 33 años y había asumido el cargo hace menos de 24 horas.

En su discurso inaugural antes sus seguidores en Temixco, la alcaldesa había lanzado un duro mensaje contra el soborno y la extorsión y prometió mano dura. Un día después, las mismas personas a las que les declaró la guerra la asesinaron a sangre fría. Según las autoridades mexicanas, detrás del crimen está el cartel Los Rojos, que opera en Morelos.

Al caso de Gisela Mota se suman otros 70 alcaldes o ex ediles que han sido ejecutados a manos del crimen organizado y grupos de narcotráfico desde noviembre de 2006. Oaxaca lidera la lista de las localidades más peligrosas para los alcaldes con 11 ejecutados, seguido de Veracruz y Michoacán, ambos con 10, de acuerdo con cifras oficiales.

Isidro López, alcalde de Saltillo en el estado de Coahuila, dijo a La Tercera que el crimen organizado soborna a los ediles para poner negocios ilícitos: “El alcalde es el que da los permisos. Si quieren poner un negocio y no cumplen con los requisitos de la ley, exigen que se les de el permiso igual. Ahí empiezan las diferencias”.

“Los ediles son el eslabón más débil de las autoridades del Estado y quienes están más expuestos ante el crimen organizado”, advirtió el dirigente del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandro Sánchez tras el incidente de Gisela Mota.

Según el Instituto de Estadísticas de México, la violencia provoca más muertos en el país que las guerras de Irak y Afganistán juntas. Desde que empezó la lucha contra el narcotráfico en 2006 durante el gobierno de Felipe Calderón murieron 164 mil civiles. En el mismo período, los dos conflictos de Medio Oriente sumaron 103 mil víctimas. Esta situación generó una disminución de tres años en la esperanza de vida para los hombres, hecho que no ocurría desde la Revolución Mexicana (1910-1917).

En casos similares a los de Mota, en 2012 la alcaldesa de un municipio en Veracruz, Marisol Mora, fue encontrada con quemaduras y signos de tortura y en 2013 el edil Wilfrido Flores estaba almorzando en un restorán en Michoacán cuando le dispararon por la espalda.

Mando Único

Uno de los principales planes que han surgido para combatir la inseguridad y la violencia es el Mando Único, que pretende integrar las policías municipales a la fuerza estatal. El objetivo es generar una mayor inteligencia policial y coordinación del trabajo. La idea fue propuesta por Calderón en 2010 y tomó mayor fuerza en 2014 durante la gestión de Enrique Peña Nieto tras la desaparición de 43 estudiantes en Iguala a manos del cartel Guerreros Unidos.

Según explica en una de sus columnas el editor de seguridad y justicia del Daily Post (periódico in inglés dirigido a la comunidad mexicana), Alejandro Hope, uno de los mayores argumentos que se usan para promover el Mando Unico es que los gobiernos municipales son muy débiles para resistir la intimidación del crimen organizado.

Esta iniciativa ha generado un fuerte debate y se presume que el apoyo de Gisela Mota al Mando Unico fue una de las razones de su ejecución. El presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, del Partido de Acción Nacional (PAN), dijo al diario El Financiero de México que la medida es insuficiente e incluso peligrosa porque “conlleva un riesgo de acumulación de atribuciones en un solo orden de gobierno, que podría derivar en posturas y acciones autoritarias”.

Por otro lado, Hermilo Pérez, director de la Asociación de Autoridades Locales de México dijo a La Tercera que aprueba el Mando Unico pero que debe ser complementado con otras iniciativas. “Existen debilidades en la impartición de justicia. Los criminales salen rápido de la cárcel y se conjuga la impunidad con la corrupción. Aunque podamos generar un Mando Unico si no hacemos la parte complementaria la meta no se va a cumplir”.

“Pantalones bien puestos”

En medio de este clima, tras el inicio del nuevo año el ex futbolista y seleccionado mexicano Cuauhtémoc Blanco asumió la alcaldía de Cuernavaca, capital del estado de Morelos, que fue clasificada en 2015 como la más violenta de México. “Tengo miedo de que le pase algo a mi familia y la gente que está aquí conmigo, pero tengo los pantalones bien puestos y vamos a seguir con esto”, dijo Blanco, citado por EFE.

Cuernavaca tiene una de las tasas más altas de violaciones, secuestros y extorsiones, y es disputada por los carteles Guerreros Unidos y Los Rojos. A diferencia de Gisela Mota, Cuauhtémoc Blanco, quiere acabar con el Mando Unico y ha generado una fuerte rivalidad con el gobernador de Morelos y gran impulsor del sistema, Graco Ramírez. La autoridad amplió la medida a los 33 municipios del estado entre los que se incluye Cuernavaca, pero el ex futbolista se niega a aceptar el modelo e incluso definió su imposición en la capital de Morelos como “inconstitucional”.