En total más de 100 personas participaron en el proceso de elaboración de este plan que ha contado con las aportaciones de personas mayores a título individual y representantes de asociaciones vecinales, culturales, sociales, técnicos municipales y del sector privado. Se trata de un proyecto transversal a todas las áreas y departamentos municipales, y busca la implicación de otras entidades públicas y privadas, locales y supralocales, haciendo hincapié en su carácter participativo.
El Plan recoge 134 medidas que surgen a partir de ocho áreas temáticas sobre las que se sustenta. Cabe destacar las siguientes:
- Impulso al comercio de proximidad como uno de los pilares básicos de la vida en los barrios y en las zonas periféricas de la ciudad, así como la elaboración de una guía del comercio amigable y de un label o etiqueta de comercio amigable entendido éste como “antena” de detección de necesidades de las personas mayor
- Introducción de nuevos sistemas residenciales alternativos que permitan el alquiler de viviendas adaptadas a personas mayores con problemas de movilidad y otros modelos de vivienda que respondan a nuevas necesidades.
- Desarrollo de una ventanilla única interinstitucional para la tramitación de ayudas en materia de vivienda que se complementaría con la creación de la figura del asesor/asesora de las personas mayores en materia de vivienda.
- Socialización, promoción y difusión del concepto “ciudad amigable” que permita sensibilizar al conjunto de la sociedad.
- Reforzar el papel social del hogar del jubilado a través de una estrategia a futuro que permita su empoderamiento, en dos líneas. Por un lado, como red de apoyo social a las personas mayores más vulnerables y, por otro lado, para que sigan realizando el papel de integración social que desarrollan con un mayor apoyo y colaboración entre sí y con la administración pública.
- Creación de redes vecinales de apoyo y “comunidades amigables” como instrumento que prolongue la vida autónoma de los y las mayores en su residencia habitual a través de los principios de “buena vecindad”
- Desarrollar campañas de sensibilización para fomentar la autoestima y el empoderamiento de los y las mayores.
- Integrar en la gestión municipal la visión y perspectiva de las personas mayores a través de la creación de grupos de trabajo y contraste que participen en la toma de decisiones y funcionen a modo de observatorio de la ciudad, detectando problemáticas de todo tipo.
- Adaptación de la enseñanza del euskera a los y las mayores. Impulsar, también, su participación en iniciativas como “mintzapraktika” o “mintzalaguna”.
- Diseñar espacios mixtos e intergeneracionales que sirvan como punto de encuentro entre mayores y jóvenes.
El plan ya está en marcha y algunas acciones del mismo están siendo desarrolladas. Es el caso de los programas para la detección, evaluación y erradicación del maltrato a las personas mayores del departamento de Bienestar Social, las mejoras en la red, servicio y seguridad de los autobuses urbanos que desarrolla DBus, campañas de “rutas amigables” relacionadas con la salud, el ocio y el deporte de Donostia Kirola, actividades específicas de ocio, cultura y deporte como las que lleva a cabo el Programa +55 etc.
Fuente: www.mundosenior.es