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Una Entrevista a dos bandas…

Germán Ubillos Orsolich cabalga de nuevo…

Aurora Viloria y Germán Ubillos en la plaza de Cristino Martos en Madrid... (Foto: Juan Ignacio Vera)
Aurora Viloria y Germán Ubillos en la plaza de Cristino Martos en Madrid... (Foto: Juan Ignacio Vera) (Foto: Juan Ignacio Vera)

Y en esta ocasión, lo hace acompañado con una compañera de excepción…

Por Juan Ignacio Vera (*)
jueves 25 de junio de 2015, 22:33h

Por Juan Ignacio Vera

No hay caso. Los “viejos” escritores son como los rockeros -los viejos rockeros digo- y como se sabe, nunca mueren y si alguien tiene alguna duda al respecto para muestra un botón: Germán Ubillos tiene un nuevo libro ad portas que verá la luz este próximo otoño, más concretamente, el día 06OCT en la Sociedad de Autores rodeado (espera,) de muchos de sus viejos amigos y también de los nuevos que según apostilla, debe ir haciendo para llenar los huecos (nichos dijo él) que van dejando aquellos que ya no están aquí.

Aurora Viloria, médico geriatra y coautora del libro con Germán Ubillos... (Foto: Juan Ignacio Vera)
Aurora Viloria, médico geriatra y coautora del libro con Germán Ubillos... (Foto: Juan Ignacio Vera) (Foto: Juan Ignacio Vera)
Germán Ubillos en uno de sus lugares favoritos:  la plaza de Cristino Martos en Madrid... (Foto: Juan Ignacio Vera)
Germán Ubillos en uno de sus lugares favoritos: la plaza de Cristino Martos en Madrid... (Foto: Juan Ignacio Vera) (Foto: Juan Ignacio Vera)

Germán Ubillos (Madrid, 1943) es una persona singular que para quien no le conozca de manera cercana resulta un hombre un tanto extraño. Narcisista y burgués (“como todos los escritores” en sus propias palabras) es un hombre que después de haber conseguido todos los premios literarios y periodísticos de éste país en una trayectoria a lo largo de casi 50 años que hoy mismo, se siente un poco desamparado y con un entorno que casi le resulta hostil que luego rápidamente, atribuye a la sequía creativa que ha tenido en los últimos años en que ciertamente ha bajado un tanto el ritmo de su producción literaria situación a la cual ha ayudado de manera inexcusable, la seria crisis económica por la cual atraviesa el sector editorial de nuestro país.

Nos reunimos con Germán Ubillos hace un par de semanas en uno de sus lugares favoritos: aquel que él llama “Su Pequeño Manhattan” para hablar de su nuevo libro, un libro que viene –dice- a revertir su sequía editorial de los últimos años si bien sigue siendo un activo columnista de la sección de Opinión de este periódico y del diario de su viejo amigo Ansón (“El Imparcial”) a razón de dos o tres artículos por semana que le permiten mantener activa su inquieta pluma literaria.

En esta ocasión, Germán Ubillos nos tiene preparada una sorpresa: A la entrevista para redactar este reportaje se presenta con su partenaire que le ha acompañado en la redacción de su nuevo libro. La participante en esta nueva aventura literaria (la primera en su larga carrera de escritor ya que él ha sido siempre un single) es la doctora geriatra Aurora Viloria, una joven mujer de aspecto muy agradable y atractivo con un sonrisa franca y ancha que le ilumina el rostro al hablar. Pasada la primera sorpresa viene la segunda: el título del libro que Germán Ubillos se apresura a desvelar: “El Cuerpo Humano”; un Ensayo que ya está en la imprenta y que ha escrito tras dos años de repasar y revisar notas en compañía de la doctora Aurora Viloria y entonces, la primera impresión que tengo es que Ubillos ha dado un giro de 180º en la temática de sus creaciones literarias ya que en su extensa producción no ha habido hasta ahora libros de temática médico-medicinal. Sin embargo esta primera impresión causada más que nada por la participación de Viloria en la gestación del libro me la aclara Germán Ubillos de una tacada en una sólida frase que me dice de corrido: “El libro es un Ensayo, una reflexión profunda desde mi propia convicción personal sobre los diferentes estados por los que atraviesa el cuerpo humano a lo largo de nuestra existencia”. Este enunciado me deja claro que el tema del libro es por si mismo de enorme trascendencia y entonces surge la primera pregunta:

-¿Cómo es que has llegado a un tema tan especial y sobre todo, tan alejado de lo que han sido los ejes principales de tu producción literaria?

En realidad –señala Ubillos- comencé a darle vueltas a este tema en ocasión de la dolorosa pérdida de mi hermana quien falleció hace unos tres años víctima de una penosa enfermedad y me tocó ver como en pocos meses mi querida hermana, una persona llena de vida y actividades, se fue consumiendo de manera inexorable sin que ninguno de nosotros ni la ciencia médica pudiera hacer nada por ella. La visión del transcurso de su enfermedad y los estragos que esta produjo en su cuerpo y organismo me llevó de repente a pensar en lo efímera y débil que es nuestra envoltura física y mortal.

-¿Entonces esta experiencia te indujo a escribir este Ensayo?

En realidad –continúa Ubillos- esta sólo fue el detonante pero ya venía pensando desde hacía muchos años en esta conclusión y cuando decía al comienzo lo de la convicción personal se debía más que nada al cúmulo de situaciones personales que he vivido a través de muchos años por cuanto de niño, padecí una enfermedad que me mantuvo muy restringido en mis actividades físicas y luego ya de mayor, he padecido depresiones muy largas y éstas, también afectan a la parte física (el cuerpo) de quienes hemos padecido esta dolencia que parece más propia de personas con muchos problemas y carencias y no de alguien que como yo –por ejemplo-, a los 27 años ya había obtenido el Premio Nacional de Teatro siendo probablemente, el autor que a más temprana edad ha conseguido ese galardón.

-¿Y a que crees tu que se debieron aquellas depresiones o dicho de otra manera, esos altibajos emocionales?

Posiblemente a todo y nada, quizás el haber conseguido a tan temprana edad el éxito literario y ser con tan pocos años un autor muy reconocido y el haber entrado de lleno en cierta élite de gentes con una serie de privilegios, ganar mucho dinero, viajar donde quisiera en una época en que ciertamente, las cosas no eran fáciles para la inmensa mayoría de mis compatriotas (por el régimen imperante en aquellos años) y verme en círculos a los cuales otras personas no consiguen acceder en toda su vida, descuadró algunas cosas en mi interior..

-Entonces quizás fue un exceso de éxito, a muy temprana edad…

Es muy posible y aquello trajo otras cosas y lo uno me llevó a diferentes situaciones que sólo se serenaron cuando hace 22 años y a una edad en que la mayoría de los hombres va camino de ser solterones empedernidos tuve la suerte de casarme con la mujer que ha conseguido equilibrar mi vida pero los excesos cometidos en el pasado, están ahí y hoy mismo quizás me están pasando factura. Un amigo me ha dicho que todo lo que me ocurre hoy mismo con mis enfermedades, mis seudo depresiones, mis ansiedades, mis pulsiones internas son el pago por mis acciones del pasado…

-Quizás entonces, quien te dice eso, no sea de verdad tu amigo… ya que uno de verdad no te dice esas cosas por el contrario, intentaría animarte…

Es posible que así sea pero lo dicho por este amigo, de alguna manera me ha calado y me he puesto a pensar que puede ser verdad y que hoy mismo, estoy pagando la factura por mi alocada vida de antes…

-Y entonces, lo de tu hermana más lo que has estado viviendo en primera persona con -según tu dices- los achaques que hoy mismo padeces es lo que finalmente te impulsó ¿a escribir este libro? Te pregunto y esto, va tanto para ti como para Aurora: ¿Dónde encaja/comienza la participación de la doctora Viloria?

Y es Aurora quién toma la palabra para responder: Mi colaboración con Germán no tiene nada que ver con mi calidad profesional es decir, no soy su médico ni soy su geriatra ya que mi relación de amistad con Germán viene de la época en que por mi calidad de médico, me tocó atender en la Unidad de Paliativos del Gregorio Marañón a su hermana la cual a la postre y tal como dijo Germán, falleció. De aquellas fechas en que Germán estaba a diario al lado de su hermana nació nuestra relación de amistad y durante estos años y después que Germán escribiera su novela “Más Allá del Purgatorio” basada en la experiencia con su hermana, comenzamos a darle vueltas a la idea.

-¿Y cual es tu aporte al Ensayo? o mejor dicho, tu punto de vista en este trabajo ¿es médico?

No exactamente sino más bien, arranca de mis experiencias de tratar en mi desempeño profesional a personas que están en la última fase de sus vidas, enfermos terminales, por lo general de avanzada edad ya que trabajo en la Unidad de Cuidados Paliativos donde el contacto diario con personas en fase final, te hace ver la vida y las cosas de muy diferente manera.

-Pero tu eres una mujer muy joven, al comienzo –podría decirse- de la vida…

En efecto así es… pero pese a mi juventud la cercanía con la muerte física de personas a quienes mi misión es ayudar en esa fase terminal, me ha hecho ver la vida de muy diferente forma y fue precisamente el nacimiento de mi hijito, que ahora tiene 9 meses, lo que me hizo caer en la cuenta de la dicotomía que se me presentaba prácticamente al unísono: por un lado mi trabajo diario con personas que están a punto de acabar sus vidas (y no siempre en las mejores condiciones) y por otro, sentir en mi interior como se gestaba al mismo tiempo, una nueva vida y entonces me puse a pensar que era una situación muy especial: por una lado “ayudo” a bien morir a personas que no tienen otra posibilidad al tiempo que “ayudo”· a crear, a originar una nueva vida…

-Ciertamente es una situación especial y entonces, ¿esto te ha impulsado a colaborar en el libro de Germán?

Si, esta situación más el ánimo que me ha dado mi pareja y padre de mi hijo, más el entusiasmo que ha conseguido crear Germán en esta posibilidad, hicieron el resto y me decidí a hacerlo.

-¿Tenías alguna experiencia como escritora?

Prácticamente ninguna e incluso tenía mis serias dudas de que pudiera llegar a hacerlo…

-¿Te ha costado mucho escribir tu parte del libro?…

Increíblemente no, y eso se lo debo a Germán quien con su paciencia, y sabia orientación me ha guiado para volcar al papel mis ideas, pensamientos y experiencias…

-¿Ha sido una experiencia grata?...

Indudablemente ha sido muy gratificante y me ha servido para darme cuenta que cuando quieres algo, puedes conseguirlo si en ello pones todo tu empeño. En mi caso ha sido una experiencia liberadora, casi mágica ya que bastó que me decidiera a escribirlo para que pasado el primer momento en que no sabía muy bien por donde comenzar, las ideas comenzaran a fluir con facilidad hasta completar mi parte que según Germán, podemos cifrar en un 50%.

-¿Tu participación es por decirlo de algún modo, un contrapunto a lo escrito por Germán?

No exactamente; mi escrito no es la parte contraria ni se sitúa en las antípodas de lo escrito por Germán; sólo son dos posturas diferentes para el mismo asunto. Germán desde su óptica actual, a sus 72 años, y aunque siempre le digo que no todo es tan gris como él quiere verlo, observa a su alrededor un mundo que de a poco le va siendo ajeno, muchos de sus antiguos amigos ya no están, él no se siente con todas sus fuerzas físicas al punto –por mucho que le digo que eso es un proceso natural- y le molesta que mientras su cabeza continúa activa al 100%, sus fuerzas físicas, su cuerpo en suma, cada día que pasa está un poco menos activo y eso, le lleva a una postura hasta cierto punto de involución que a la larga no es bueno, ni para el cuerpo ni para el espíritu.

-Entonces tu visión hecha obviamente por alguien que tiene la mitad (o menos) de los años de Ubillos tiene que ser necesariamente el contrapunto a la visión de Germán, a la fuerza... digo...

No necesariamente, mi aportación al Ensayo se refiere más que nada a remarcar lo disímil que es la vida al mismo tiempo. Por un lado, la muerte inexorable del cuerpo, de la envoltura física del ser humano, en ocasiones estragada y desgastada por el trabajo, las enfermedades o también por los excesos de una vida agitada y al mismo tiempo, la vida que nace y se renueva una y otra vez y así en un ciclo perfecto e infinito desde el origen de los tiempos y hasta el fin de los mismos… en esa dicotomía discurren mis pensamientos y observaciones y si es cierto, que por una cuestión de edades, nuestros puntos de vista en muchos temas y aspectos, no pueden ser iguales pero son precisamente estos detalles los que consiguen hacer de este Ensayo, -la primera obra literaria en la cual participo-, un libro que resultará interesantísimo para los lectores; es una obra transversal que alcanza a todos, cualquiera sea su condición, edad o situación. De verdad creo que será un buen libro.

-Finalmente una pregunta más: ¿Cuándo se presentará el libro?

-Será el día 06OCT a las 19.30h –dice Germán, en la Sociedad de Autores (Fernando VI, 4 – Madrid); estarán allí todos mis amigos escritores y periodistas y los amigos de Aurora. Espero –me dice- que tú también vendrás.

Después de asegurarle que allí estaré, comprobamos que han pasado dos horas (que ni siquiera hemos notado) en una charla amenísima y es que Germán Ubillos además de un querido amigo y un gran escritor, es un excelente conversador.

Muchas gracias por vuestro tiempo, Aurora y Germán y nos quedamos a la espera de la aparición de vuestro libro, “El Cuerpo Humano”.

Aurora Viloria y Germán Ubillos en la plaza de Cristino Martos, el 'Pequeño Manhattan' de Ubillos... (Foto: Juan Ignacio Vera)
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Aurora Viloria y Germán Ubillos en la plaza de Cristino Martos, el "Pequeño Manhattan" de Ubillos... (Foto: Juan Ignacio Vera) (Foto: Juan Ignacio Vera)

Juan Ignacio Vera (*)

(*) Es miembro de FEPET (Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo)

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