(Agencias y Redacción).- La confusión se ha apoderado de Burundi este miércoles al cruzarse diferentes informaciones sobre el éxito de un golpe de Estado en el país de África Oriental, después de varias semanas de intensas protestas contra las aspiraciones de su presidente, Pierre Nkurunziza, de prolongar su mandato.
El ejército ha asegurado este mediodía, a través de una radio privada tomada por los militares, que el presidente Nkurunziza ha sido destituido. Nkurunziza se encuentra en Tanzania participando en una reunión con los jefes de Estado de la Comunidad de África Oriental para encontrar una solución a la crisis desatada en el país, que estalló el pasado 24 de abril tras el anuncio del presidente de que optaría a un tercer mandato.
El Gobierno de Burundi, sin embargo, ha afirmado a través de su cuenta de Twitter que "ha sido un intento fallido de golpe de Estado" y ha insistido que "la situación está controlada". Posteriormente el Ejecutivo de Nkurunziza ha emitido un comunicado en el que asegura que "ha sido un golpe de Estado fantasioso" y que los autores del golpe "serán perseguidos".
A pesar de los mensajes tranquilizadores del Gobierno, lo que está claro es que la situación es muy tensa en un país azotado por diversos golpes de Estado desde 1971, una guerrra civil entre 1993 y 2005 y un conflicto étnico entre hutus y tutsis que se remonta a varias décadas.
Miembros del ejército han cerrado el aeropuerto de Buyumbura, la capital del país así como las fronteras terrestres del país.