Simón Bolívar murió envenenado con arsénico y no de tuberculosis

La causa de la muerte de Simón Bolívar, conocido como El Libertador, es el misterio médico tratado este año en el Congreso Clinicopatológico Histórico. Este congreso está dedicado al diagnóstico médico moderno de enfermedades que afectaron a importantes personajes históricos.

Simón Bolívar, nacido en 1783 en Caracas, Venezuela, es uno de los generales más influyentes en la historia de América del Sur. Bolívar, quien murió de una enfermedad misteriosa a los 47 años, fue el líder de la larga lucha que liberó a América del Sur de los tres siglos de dominación española. Bolívar estableció la nación de Bolivia, que anteriormente era parte de Perú, en 1825, y al nuevo país se le dio un nombre derivado del de él, como un modo de rendirle homenaje. Actualmente, la Guayana Francesa es el único país sudamericano que sigue siendo una colonia.

El doctor Paul G. Auwaerter, director clínico de la División de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins ha asumido el reto de desentrañar el misterio de la muerte de Bolívar.

Cuando Bolívar murió el 17 de diciembre de 1830, se creía que había sucumbido a la tuberculosis, una enfermedad común en aquellos días. Había sufrido una larga enfermedad con síntomas variados: periodos frecuentes de pérdida de conocimiento, oscurecimiento de la piel, disminución extrema de peso, tos, cansancio y dolores de cabeza persistentes.

El doctor Auwaerter, en su cuidadosa revisión del caso de Bolívar, ha concluido que probablemente la muerte del general no se debió a la tuberculosis, sino a algo más siniestro: la intoxicación crónica con arsénico, que dio lugar a una enfermedad respiratoria grave. Teniendo en cuenta los muchos intentos de asesinato que Bolívar sufrió a lo largo de su carrera como revolucionario, el doctor Auwaerter ha considerado la posibilidad de que la muerte fuera un asesinato. Pero la mayoría de los indicios y síntomas apuntan a una intoxicación crónica lenta, del tipo que podría derivar de beber agua contaminada, no necesariamente por la vía de un envenenamiento progresivo deliberado destinado a matarle de manera disimulada.

El doctor Auwaerter cree que ese contacto ambiental fortuito con el arsénico pudo ser del todo posible. Bolívar pasó mucho tiempo en Perú, y allí han encontrado momias en las que se ha detectado la presencia de indicios de un alto nivel de arsénico. Eso indica la posibilidad de que el agua en Perú tuviera niveles inusualmente altos del veneno de origen natural.

Pero eso no es todo. Se sabe que Bolívar ingería arsénico como remedio para algunas de sus enfermedades: los reiterados dolores de cabeza, las hemorroides y sus episodios crónicos de inconsciencia. El arsénico era de uso común como medicamento en la época.

Si bien la posibilidad de un asesinato sin duda añade intriga a la historia de Bolívar, el doctor Auwaerter considera poco probable que se tratara de una intoxicación aguda. Lo encontrado por él concuerda más con una intoxicación crónica, teniendo en cuenta síntomas tales como su oscurecimiento de la piel, los dolores de cabeza, y su pérdida de peso extrema. Bolívar vivió durante algún tiempo de esa manera. Auwaerter cree que probablemente habría sucumbido a la tuberculosis mucho antes. La idea de la intoxicación gradual por arsénico explica todos estos síntomas.