Jabugo, Guijuelo, Huelva y Los Pedroches son las cuatro denominaciones de origen de jamón ibérico reconocidas por la Comunidad Europea.
Las exigencias de etiquetación y denominación se han modificado en favor del consumidor, pero todavía no clarifican fie la pureza total de un ibérico.
Los cerdos han de alimentarse de bellota para conseguir el sabor y la calidad adecuada; hierba y bellotas para conseguir brillo y grasa adecuada. Las hierbas añaden antioxidantes. El pasto es factor clave para el buen ibérico, así como la pureza de la raza del cerdo.
Los cerdos pueden ser lampiños, entrepelados, negro de Los Pedroches, rubios (muy escasos), tortical o manchado de Jabugo. Encinas, alcornoques y quejidos son los árboles calve de las dehesas, antiguos bosque mediterráneos, llevados a la acogida y nutrición de animales. A ellas llegan los cerdos con dieciséis meses para completar su alimentación hasta alcanzar un 50 por ciento más de su peso, antes de su sacrificio.
A diferencia de otras denominaciones de origen, en Los Pedroches los cercos nacen, se crían, se sacrifican y elaboran los ibéricos. Unas dehesas que se encuentran a unos 600 metros de altura sobre el nivel del mar.
Color, brillo e infiltración de la grasa ayudan a identificar la buena calidad del ibérico “Alta Expresión” de COVAP es otra marca de la firma, de “Quinta Esencia”.
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