Hugo del Carril… el niño que creyó en él.

Alguien dijo una vez: "Para hablar de Hugo del Carril, hay que hablar del hombre y sus sentimientos; del hombre y sus sinsabores; del hombre y su felicidad…” porque él fue un hombre que supo del dolor del abandono, del amor de una pareja que le dio todo el amor y el cuidado que un niño pequeño necesita, de la felicidad junto a su primer amor, la actriz Ana María Lynch, con quien recorrió todo el continente, gozo del éxito y de la fama que viven los grandes, y de la calma que da el ocaso de la vida junto a su compañera y más tarde su esposa Violeta Courtois.

De niño su gran pasión fue el canto y nunca perdió la oportunidad de hacerlo, cuando era un pibe de sólo trece años aceptaba todas las peticiones de sus amigos para cantar serenatas a las pibas y él gustoso entonaba algún valcesito criollo junto a una reja o bajo el balcón de la casa de una joven niña.

Terminados sus estudios ingresa a trabajar en una cristalería, ayudando así con los gastos de la casa de sus padres adoptivos y será en esta época cuando surge en él la idea de hacer del canto su profesión.

Su primera presentación como artista profesional fue en el palco de un café de su barrio y se cree que ahí interpretó “Cara Sucia”, un tango del año 36 de Caruso y Canaro y que aprendió de tanto escucharlo cantar a la joven que limpiaba los vidrios de su casa.

Hugo del Carril llegó a la radio el año 35 cuando recién pisaba los dieciséis años, como anunciador y esporádicamente como cantor. Luego de un tiempo logra su consolidación en la radio como cantor solista y luego como chanssonier en la orquesta de Edgardo Donato, llegando en el año 36 una de las figuras estables de Radio Nacional, hoy Radio Belgrano y con el acompañamiento de la orquesta Víctor que pertenecía al sello RCA. grabó los tangos “Nostalgias”, “Yo soy aquel muchacho” y el vals “Luna de arrabal”.

En 1936 Hugo del Carril fue invitado por Manuel Romero para participar en la película “Los muchachos de antes no usaban gomina” en la cual interpreta el tango “Tiempos Viejos” de Romero y Canaro, siendo éste sólo el principio de una larga lista de películas como "La vuelta de Rocha", "La vida es un tango", "Tres anclados en París" "Gente bien"
"Madreselva" (1938); "La vida de Carlos Gardel" (1939); "El astro del tango" (1940); " "La cumparsita" (1947); "Pobre mi madre querida "A media luz" (1950); "La calesita"* (1963), y "El día que me quieras" (1969).

En 1962, Hugo llega a la televisión argentina, participando en la miniserie “La Calesita” y en 1976 fue conductor del programa “Grandes Valores del Tango”en el canal 9 de Buenos Aires.

Hugo del Carril gozó del cariño de su gente y de su público y ésto lo demostraron llenando el Luna Park como reconocimiento a sus 50 años. En esa fiesta estuvieron su hijo Hugo, Nelly Omar, Carlos Acuña, Néstor Fabián Alberto Castillo, Nelly Vázquez Hugo Marcel, Roberto Goyeneche, las orquestas de Leopoldo Federico y de Atilio Stampone.

El público aplaudió al artista. Yo aplaudo al hombre que tuvo la grandeza de cuidar a sus padres ancianos, aunque éstos lo abandonaron cuando niño.

Hugo del Carril cantó lo que muchos de nosotros pensamos: “Uno, busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias...”



Uno
Tango 1943
Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discepolo


Uno, busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...

Sabe que la lucha es cruel
y es mucha, pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...

Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender:
que uno se ha quedao sin corazón...

Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Si yo tuviera el corazón...
(¡El corazón que di!...)
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...

Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...

Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.

Si yo tuviera el corazón...
(¡El mismo que perdí!...)
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y... pudiera amarte..

me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

Pero, Dios, te trajo a mi destino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte...

Déjame que llore
como aquel que sufre en vida
la tortura de llorar su propia muerte...

Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor...

Uno está tan solo en su dolor...

Uno está tan ciego en su penar....

Pero un frío cruel
que es peor que el odio

• punto muerto de las almas-

tumba horrenda de mi amor,
¡maldijo para siempre y me robó...

toda ilusión!…