Consulté a un biólogo de mi amistad que revisó a varios y las necropsias revelaron problemas pulmonares, parásitos, serias intoxicaciones por ingerir largo tiempo comidas perjudiciales que les dan los turistas, algo que las autoridades científicas oficiales estarían tapando porque también han detectado impunes robos de ejemplares, capturas de crías a la vista del público y algunos contagios pasados por pequeños perros que les acercan a sus hocicos.
Esto ocurre porque tenemos ciudadanos imbéciles (no generalizo), un pueblo inculto estancado en el subdesarrollo gracias a gobernantes que no son idóneos para los cargos y para poder vivir enquistados en despachos públicos y enriquecerse fácilmente contratan aplaudidores, compran voluntades y manejan comunidades sin sacarlas de la miseria, injusticias sociales y privaciones mediante (habría excepciones), paralelamente dejan que aumente la anarquía, vacío legal, la programada inseguridad, impune corrupción para los que tienen "padrinos" influyentes, dan luz verde al alcohol y las drogas en los jóvenes; único país que permite el ingreso sin control de turistas y de gente ilegal por fronteras, sumado a la entrega de espacios verdes a empresas extranjeras para extraer minerales (lo que dejaría muchos dólares en trastienda a los que autorizan destruir nuestro suelo), los funcionarios de Ecología y Fauna harían vista gorda al exterminio de especies vulnerables de extinción, faltaría cuidado y vigilancia oficial en parques nacionales y áreas naturales declaradas "protegidas".
Todo en junto hace que el Coatí (nasua- nasua) se contamine, se acerque al hombre y coma aquello que lo daña. El público les da bebidas gaseosas, galletitas, dulces, fiambres, bolsitas plásticas, frituras, chocolates, etc., lo que no es ignorado por los gobernantes y autoridades de aplicación (ley de fauna), responsables directos de estos crímenes contra especies del patrimonio nacional al no cumplir éticamente sus deberes mientras recibirían sueldos inmerecidos de arcas públicas (no generalizo).
Durante décadas hubo denuncias contra las máximas autoridades oficiales por los ruidos que producían los helicópteros al trasladar turistas todo el día, alterando la vida de las aves y otras especies silvestres de la región, lo que produjo un irreparable desastre ecológico.
Los animales salvajes no son "mascotas domésticas", hay leyes provinciales, nacionales e internacionales vigentes que los protegen (en teoría), caso de los convenios firmados con la CITES , pero un pueblo con políticos “distraídos”, niños desnutridos sin acceso a sistemas de salud y educación, con mayores que no respetan normas vigentes y no son buenos ejemplos (habría excepciones) posibilita que la fauna caiga en manos de insensibles e inescrupulosos.
No pretendo ofender investiduras ni finas sensibilidades, mi crítica es respetuosa y a favor de la vida animal (hijos de Dios), no tengo preferencias políticas y me he limitado a detallar una innegable realidad.
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CARLOS ESTRADA *periodista de investigación y proteccionista independiente de fauna salvaje desde 1970, entendido en asuntos de animales, con estudios de coatíes en libertad y experiencia en manejo de ejemplares rescatados del mercado negro.
Buenos Aires, Argentina, 26 de julio de 2012.
Aclaro al distinguido lector: al pie de todos los artículos, especialmente por el contenido de denuncia, señalo mis sólidos conocimientos acerca del tema desarrollado, experiencia profesional y que la trayectoria pública está extensamente documentada.
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