“Lo que comenzó teniendo como finalidad el escribir un pequeño artículo para revista se ha convertido en un aporte…”, un estudio científico sobre la actividad tejera y sus huellas a lo largo del tiempo: mensajes y signos que a propósito dejaron los artífices del barro en este campo.
“En la península ibérica podemos ver ejemplares –de tejas- escritos en diversos alfabetos –griego, latino o árabe- y sistemas de escritgura –capital romana, visigótica, gótica, árabe cúfica o cursiva… o bien, simplemente grafías usuales- expresando mensajes en diferentes lenguas, como el griego, latín, árabe, castellano, catalán…”, explican los expertos en el catálogo.
Hay ejemplares de tejas muy curiosos, además de los de simple firma de la tejera, con frases de rituales, dichos y creencias populares, alusiones a protección del edificio, de asuntos personales… El tema de las tejas marcadas va de La Rioja o Tarragona a León o Zaragoza, Valencia o Asturias…
Toda la península ibérica ha contado con tejas vanas, denominada árabes en muchos casos, y en muchas de ellas se han encontrado esos auténticos tesoros gráficos sobre el barro que ahora es motivo de exposición.