Adelina Covián, Paisaje colorista en su pintura al óleo

“He pasado las vacaciones de mi infancia en el campo de las aldeas asturianas”, explica Adelina Covián (Oviedo, 1940). Nosotros teníamos en Valdesoto el palacio de Camino y Covián y yo me movía entre aldeanas y mineros, gente muy grata. Recuerdo a los milanos que planeaban en su vuelo y con una agilidad pasmosa se lanzaban a comerse las gallinas”. Esos milanos aparecen representados en algunos de sus cuadros.

Muchos de los paisajes de Covián se atraviesan de caminos por los que caminan pequeños personajes que parecen querer dar vida a la escena. La pintora, además de paisajes y marinas también representa figuras, como la de los personajes del circo, entre ellos un precioso payaso doliente con lágrimas en los ojos o la serie de músicos. También algunos retratos como el de las dos pintoras “Cuchi de Osma y Adelina Covián”.

“Yo dibujo mucho, pero a la hora de pintar parto de la mancha primer que me va inspirando y llevado al tema definitivo”, dice Adelina Covián, quien últimamente ha pintado una serie de paisajes nevados de gran belleza y también de jardines, flores, floreros.

Adelina Covián, que asistió en su día a las clases de Jaime Vázquez, se confiesa adicta al óleo y no consiente el acrílico en su pintura. Su primera exposición tuvo lugar a principio de los 60 y desde entonces ha expuesto en numerosas ciudades de Europa y América.

La autora cuenta que buena parte de sus cuadros salen para Suiza y se venden también en México donde cuenta con marchantes muy fieles.

Mujer generosa ha donado cuadros para causa solidarias y próximamente quiere hacerlo para las causas de los niños del Padre Ángel.