Micheletti expulsa a la misión diplomática venezolana ante el posible regreso de Zelaya

Los cinco reveses de Micheletti
La comunidad internacional ha aumentado la presión al presidente de facto, Roberto Micheletti, quien tras renunciar a aceptar al plan de transición presentado por el presidente de Costa Rica, ha comenzado a sufrir certeros reveses.
El primero de ellos fue una llamada de la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, quien le instaba a reconsiderar algunas de las opciones democráticas planteadas en las negociaciones presididas por Arias.

El segundo, fue el definitivo respaldo del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que le solicitaba reconsiderar el rechazo a las propuestas presentadas.
El tercero vino desde Europa, en donde la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, confirmaba la "difícil" decisión de congelar el envío de 65,5 millones de euros de ayuda presupuestaria al Gobierno hondureño.
El cuarto, vino desde la presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ostentada por la mandataria de Chile Michelle Bachelet, quien solicitaba a Honduras "retomar el camino democrático" y afirmaba que el presidente interino "no ha mostrado una voluntad para cooperar".

El último, ha venido de nuevo de la Unión Europea, que ha suspendido los programas de cooperación al desarrollo con Honduras hasta que no se encuentre una solución dialogada a la crisis y ha amenazado además con más sanciones si persiste el bloqueo de las negociaciones patrocinadas por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
El derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ha anunciado que este miércoles iniciará su regreso a ese país con el apoyo de sus simpatizantes a quienes ha pedido preparar "una entrada apoteósica" a Tegucigalpa, y ha aclarado que "sólo Dios" podrá impedir su retorno.

Zelaya aseguraba que se encaminará hacia Honduras una vez que venza el plazo de 72 horas que el pasado fin de semana dio el presidente de Costa Rica y mediador del conflicto, Oscar Arias, al Gobierno interino encabezado por Roberto Micheletti para que restituya el orden democrático.
"Estoy iniciando ya mi retorno a Honduras. Lo voy a hacer a partir del miércoles por cualquiera de los puntos fronterizos que tiene Honduras con Guatemala, El Salvador o Nicaragua", afirmaba el mandatario depuesto en declaraciones al diario chileno La Nación.

Guerra Civil
Ante la posibilidad del inicio de una guerra civil en su país, uno de los temores expresados por Arias, Zelaya ha dicho que “a guerra civil ya comenzó en Honduras" porque "ya hay sangre corriendo sobre la memoria de los golpistas" al recordar la muerte de un joven de 15 años el pasado 5 julio cerca del aeropuerto de Tegucigalpa, cuando decenas de manifestantes esperaban el retorno del mandatario depuesto.
"Cualquiera que esté en Honduras puede ver que ya empezó ese enfrentamiento, esa guerra civil", advirtió Zelaya al asegurar que el Gobierno 'de facto' "no va a ceder ahora a ese poder que ha ganado de forma violenta" porque se trata de "una oligarquía que ha explotado ese país desde hace décadas".

Sobre la posibilidad de que sea detenido y sometido a un juicio una vez que pise territorio hondureño, el depuesto presidente ha dicho que no es posible que "los criminales juzguen a gobiernos legítimos". En cuanto a la posibilidad de adelantar las elecciones generales previstas para el 29 de noviembre, el mandatario ha afirmado que “no hay ningún problema, si quieren, las hacemos mañana”.

Reacciones de Micheletti

Ante la posibilidad de que Zelaya vuelva a Honduras el gobierno de facto de Micheletti ha comenzado a concretar acciones. La primera de ellas se materializa en la expulsión de la misión diplomática del gobierno venezolano en un plazo de 72 horas. Desde que se consagró el golpe de estado, varios voceros del gobierno de facto han acusado a los representantes de Caracas de intervencionistas y de estar financiando a grupos radicales en Tegucigalpa.