Los neurocirujanos, de la Universidad Nacional de Cuyo, de Argentina, y de la Universidad de Yale, de Estados Unidos, se fundamentan en información médica y declaraciones de médicos del entorno del tres veces presidente argentino, Juan Domingo Perón, esposo de Evita .
El estudio fue inmediatamente rechazado por el Instituto Nacional Juan Perón, cuyo presidente, Lorenzo Pepe, aseguró que se trata de un «absurdo supino» de que quienes quieren ganar fama a costa de «una mujer fallecida con mucho sufrimiento hace casi 60 años».
Según la investigación, la lobotomía -una ablación de los lóbulos frontales del cerebro- fue hecha en junio de 1952, un mes antes del fallecimiento de célebre primera dama argentina, ocurrido el 26 de julio de ese año, a los 33 años, a raíz de un cáncer de útero.
Los investigadores argumentan que la lobotomía frontal, realizada con anestesia general, era una técnica popular usada hace 60 años para disminuir los dolores y «no debe confundirse con aquellos casos en los que se empleó mal la técnica», indican.
«Esto es un absurdo supino, no tiene fundamentos y contradice documentos históricos, de testigos directos, de la muerte tan lenta y dolorosa que sufrió Evita», se lamentó Pepe. Los investigadores aclarán que el estudio «tiene un fin histórico y científico».