Hubo varias preparaciones culinarias: a la plancha, a la parrilla y frita, así como huevas rebozadas y a la plancha; albóndigas fritas y a la marinera. También se obsequió con pan y vino y otras bebidas. Más de una veintena de pescadores y familiares se encargaron de las preparaciones del pescado azul
El festejo se lleva a cabo gracias al interés de los marineros, con Gonzalo Emaús a la cabeza. Le organiza la Cofradía de Pescadores contando con la colaboración del Ayuntamiento. La alcaldesa, Maria Teresa Noceda, estuvo presente y destacó la gran afluencia de gentes, a este festejo que está considerado como el mayor gastronómico de la zona.
La Fiesta de la Caballa se empezó a celebrar hace 18 años, al no poderse realizar la del erizo por la prohibición de recoger estos equinoideos, por su peligro de extinción. Hubo algunos años que el Gobierno consentía coger 5 kilos por persona, en dos mareas.
La ambientación musical cántabra estuvo a cargo ce Las Piteras de Reocín.