El evento fue coordinado por la actriz y presentadora Alejandra Alloza.
En el intermedio, entre la proyección de ambas películas, tuvo lugar una mesa redonda entre las pintoras citadas junto a Julia Sáez-Angulo e Isabel Ávila Rubio, coordinada por Julio Mendoza, en la que se debatió sobre el arte y su proyección en la sociedad a través fundamentalmente de las redes sociales.
La soprano Virginia Wagner puso punto final con un aria de Madama Batterfly.
Tanto la película de Bergoglio como la de Zapisek, de muy distinto enfoque y factura, vienen a ser un retrato de las pintoras, a la vez que un reportaje sobre su arte. Escribir con pinceles es una larga entrevista con Cristina Bergoglio donde habla de la mente natural como método de vida y de actitud ante la pintura que ella canaliza hacia la visión panorámica de las grandes ciudades.
La película El estudio de Adriana se desarrolla en una recepción social en la inauguración del nuevo taller de la autora y viene a contemplar tanto el estudio como espacio físico, como el estudio investigación plástica que la pintora lleva a cabo con su nueva serie de arte abstracto, dentro del arte generativo: Íconos, Vertientes y Ensambles.
Ambas pintoras reconocieron a sus respectivos maestros en la pintura: Cristina, a Francisco Molina Montero y Adriana, a Eduardo Mc Entire.
La duración de ambos filmes se acerca a los 60 minutos.
Entre los numerosos asistentes al acto: Alfonso Sebastián, Dolores Gallardo, Pedro García Molano, Cecilia Lassaletta, Luis González Tejedor, Mercedes Ballesteros, Rogelio Sánchez Molero, Ana Vivas, Lola Rodríguez, Pablo Reviriego, Carmen Palomero, Jorge Llopis, María Robles, Enrique Pedrero, Ángela Palomeque, Héctor Delgado...