El evento contó con numerosos aficionados al bel canto, entre ellos el escultor Hector Delgado y el arquitecto Luciano Moreno.
El repertorio iba del Rinaldo de Händel a El barbero de Sevilla de Rossini, pasando por Julio Cesar en Egipto, de Händel, además de piezas de Mozart como Las noches de Figaro o La clemencia de Tito.
La mezzo-soprano fue muy aplaudida en las piezas Arietta all´antica y La Cenerentola de Rossini. Los aplausos prolongados obligaron a la cantante a salir de nuevo al escenario para interpretar una nieva pieza.