“Con gran pesar, decimos adiós a nuestro querido oso polar Inuka esta mañana. A pesar de los mejores esfuerzos de su equipo veterinario, el estado de Inuka se agravó y se adoptó la decisión, difícil pero necesaria, de no reanimarlo”, dijo WRS en un comunicado.
Un examen médico efectuado el pasado día 3 confirmó que se habíadeteriorado gravemente la salud del oso blanco (Ursus maritimus), nacido el 26 de diciembre de 1990 en el Zoo de Singapur, donde lo acogieron como un regalo navideño.
A menudo los cuidadores de Inuka, señalaban que el oso había sido el "mejor regalo de Navidad". De hecho, su celebración de cumpleaños de fin de año ha sido una tradición que muchos aficionados al zoológico esperan. En años humanos, Inuka estaría en sus 70 años, convirtiéndolo en un oso muy viejo. A esta edad, Inuka ha superado el promedio de vida de 25 años de los osos polares bajo el cuidado humano. Los osos polares machos salvajes tienen una esperanza de vida de entre 15 y 18 años.
Sus padres fueron Sheba, nacida en cautividad y que llegó a Singapur procedente de un zoológico alemán, y Nanook, nacido en libertad y que acabó en el zoo canadiense Winnipeg antes de emparejarse en la ciudad-Estado.
"Si bien su artritis, problemas dentales e infecciones ocasionales de oído ya estaban siendo manejadas, Inuka empezó a exhibir un modo de andar más rígido, particularmente notable en sus extremidades traseras. Este modo anormal de andar ha resultado en abrasiones en las almohadillas de sus patas. Además, la atrofia muscular general relacionada con la edad era claramente evidente", también señaló Wildlife Reserves Singapore.
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