Son dos destinos complementarios, situados a escasos kilómetros uno de otro. Zihuatanejo, tranquilo pueblo de pescadores, empezó a despertar turísticamente en los años 50 gracias al rodaje de algunas películas como “Subida al cielo” de Luis Buñuel. Sin embargo, Ixtapa, con sus 35 kilómetros de playa, comenzó su desarrollo en los años 70.
La gran variedad de playas, la hospitalidad de sus habitantes y su riqueza gastronómica hacen de Zihuatanejo uno de los principales destinos turísticos de playa en México. Y buena prueba pudimos dar de ella en nuestra visita al lugar, con un exquisito desayuno de cocina tradicional en el restaurante Carmelitas, adornado con folclore local, en el Angustina, probando sus especiales aguardientes que allí se elaboran de forma artesanal, y en el Hotel Azul, donde se clausuró brillantemente el Congreso Internacional de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo. De recordar fue, igualmente, la excursión por la bahía a bordo del catamarán Picante.
Zihuatanejo ha sabido evolucionar a través de los años, pasando de una apacible villa de pescadores a un enclave turístico de primer nivel, que hace las delicias de miles de visitantes, que acuden allí a disfrutar de periodos de descanso en torno a su bahía, su mercado de artesanías, sus muchos locales de restauración y todo ello, adornado, por la amabilidad de sus gentes.
Del lugar llama la atención su bien cuidada arquitectura, con edificaciones que conservan la teja árabe en sus tejados y voladizos.
Por su parte, Ixtapa, con sus 5.000 habitaciones, es un enclave que cuenta con nuevos hoteles alineados a lo largo de su costa y que destaca por la limpieza y cuidado de sus jardines y espacios verdes.
Ambas localidades conforman un binomio mezcla de tradición y lujo. Ixtapa, más moderno, conserva la tradición, que caracteriza al destino. Cuenta con dos campos de golf, que han sido escenario de torneos internacionales. Sobresale en la oferta un circuito ciclopista de 9 kilómetros de longitud.
En nuestra visita a Zihuatanejo no hay que dejar de conocer el Museo Arqueológico de la Costa Grande situado en el extremo sur de la playa municipal y el Paseo de los Pescadores. Cuenta con seis salas que documentan la historia, la arqueología y la cultura de esta parte de la costa de Guerrero.
La ciudad celebra un festival llamado el Festival Anual Zihua Vela, que recauda fondos para la educación de los niños desfavorecidos en Zihuatanejo. El evento de cinco días se lleva a cabo en febrero con más de 100 barcos, algunos desde lugares tan lejanos como Alaska. El festival incluye fiestas, conciertos, subastas y carreras de veleros y ferias callejeras. Otro evento es el Festival Internacional de Guitarra de Zihuatanejo, que se celebra en marzo, También, está el "Carnaval de Carnavales" que se realiza anualmente en el mismo mes de marzo.
El Mercado de Artesanías cuenta con 250 tiendas, que venden una gran variedad de artesanías. Entre ellos figuran los de obra local hecho con conchas marinas y corales. El mercado también tiene la plata de Taxco y objetos laqueados, así como cerámica y pinturas realizadas sobre corteza de papel.
El pueblo gemelo de Ixtapa, solo separado por 5 kilómetros, fue durante muchos años una plantación de cocos, antes de convertirse en sede de hoteles de gran calidad, resorts “todo incluido”, restaurantes de lujo y tiendas de primer nivel.
Ixtapa es el segundo destino turístico más importante en el estado de Guerrero y uno de los más importantes de México. Tiene una marina de 2 kilómetros, con capacidad de amarre para 621 yates. No hay que dejar de bañarse y de tomar en sol en Playa Linda y Playa Quieta. Desde la primera parten lanchas para la Isla de Ixtapa que alberga una gran diversidad de vida salvaje como mapaches, armadillos, ciervos, iguanas e innumerables especies de aves nativas. En ella abundan restaurasen sobre la arena.
Jesús Rodilla, subsecretario de Promoción Turística del estado de Guerrero, señaló que el Triángulo del Sol “es una garantía climatológica, ya que garantiza el buen tiempo, porque, incluso, en épocas de lluvia, llueve por las noches y durante el resto de la jornada hace un día espléndido”. Definió a Zihuatanejo y Ixtapa como “ciudad de la naturaleza”, donde “sabemos tratar a los visitantes, especialmente a los que llegan de España y Europa para que se lleven una grata experiencia”.
Enumeró sus tractivos principales: “Tenemos una franja segura, un lugar maravilloso y el mejor clima del mundo, además de una gastronomía increíble y todo ello adornado una vasta relación de tradiciones”.