Como por lo general la gente opina sin saber, se ha tomado esta protesta como un acto de feminismo y a la vez toman el feminismo como un movimiento que vendría a hacer collera con el machismo. Con tales absurdos argumentos, ciertos sectores han pretendido opacar la queja, haciendo paralelos exhibiendo videos de hombres golpeados por mujeres o de mujeres acosando a los hombres.
En primer lugar, el feminismo es un movimiento que pretende igualar a los hombres con las mujeres. Es un movimiento que ha permitido que los hombres puedan llorar abiertamente, que puedan participar en las actividades de sus hijos, que les permite usar los colores para vestirse, recibir flores y bombones para sus días, que puedan tomar licencias médicas para cuidar a sus hijos enfermos, que al quedar cesantes no sientan que es el fin del mundo pues sus mujeres los ayudan con sus cargas, les ayudan a que otras no se excedan con ellos, que todos sus hijos se les reconozca como iguales ante la ley… y muchas otras cosas beneficiosas para los hombres. También se espera, que no por el hecho de carecer de pene, una empleada de iguales condiciones gane la mitad del dinero que un hombre. Las mujeres salieron a trabajar por dinero, para colaborar con el hogar, en circunstancias que los hombres solían abandonarlo o solían tener varios hogares con los cuales se disipaba el dinero. No se pretende empatar los males, se busca la igualdad entre los compañeros de vida.
Por otro lado, el machismo es hacer abuso de poder frente a la mujer, por el sólo hecho de haber nacido hombre. Ese machismo, no lo desarrollan los hombres instantáneamente, sino que es imitado y aprendido por sus padres, inducido por los mismos (padre y madre) o influenciados por los medios, la publicidad, los pares y lamentablemente, por las leyes.
Pretender hacer paralelos caricaturescos con los crímenes de connotación sexual perpetuados por hombres, es hacerse cómplice de tales delitos, restando seriedad a la petición de “ni una menos”.
Afortunadamente, los hombres no deben soportar tener sexo obligado con su mujer, aunque ésta haya llegado borracha, fétida y caliente por otros del camino, porque para eso es su “hombre”. No tiene que soportar que no respeten su cuarentena tras un parto (ni tienen que parir) no han tenido que permitir que la mitad del presupuesto familiar se vaya para mantener “la otra casa” de su mujer, donde tiene otros niños. Tampoco son exigidos para maquillarse, mantener la figura ni vivir sobre tacones para parecer más atractivos a su mujer bajo la amenaza de fijarse en el vecino o el secretario. Como hombres, están lejos de ser flagelados con la extirpación de su principal órgano de placer ni se los obliga a casarse siendo unos pequeñitos. Tampoco se los vende, no se los viola por una o más mujeres jugueteando a ser “bien mujercitas”. Esto, entre otras cosas buenas, deberían celebrar agradecidos de que exista la corriente llamada “feminismo”, que es para hacer el bien al hombre y la mujer en igualdad frente a la sociedad.
Cabe hacer notorio que Google también apoyó la campaña, exhibiendo que en su buscador, al poner “asesinada por”, las alternativas son: su pareja, su novio, su marido, su padre, su vecino. Mientras que al poner “asesinado por”, se complementa con las alternativas: pandillas, narcotraficantes, etc.
(Primavera Silva Monge – Santiago de Chile, 21 de octubre de 2016)
(*) Primavera Silva Monge es una escritora chilena, traductora de japonés, ex alumna del prestigioso Instituto Nacional de Santiago de Chile, artesana y socióloga por afición. Sus escritos los redacta referidos principalmente a los temas cotidianos imprimiéndoles una dosis de frescura y cercanía que hacen muy fácil su lectura y comprensión. Su género literario favorito es la novela y el relato o cuento corto.