Después de numerosas idas y venidas, rumores, versiones, desmentidas y suspicacias, lo cierto es que el la reforma del emblemático Edificio España de Madrid sigue en el aire. A comienzos de año, la noticia corrió a la velocidad de la luz: el grupo chino Wanda, propiedad del magnate asiático Wang Jianlin, iba a cerrar su oficina en la capital y, en consecuencia, desistía de la reforma del inmueble, que había comprado al Banco Santander por 265 millones de euros en 2014.
Su plan original era construir en el rascacielos, de 117 metros de altura, alrededor de 300 viviendas, un hotel de más de 20.000 metros cuadrados y un centro comercial de cinco plantas, con un presupuesto de 700 millones de euros. Posteriormente, el Ayuntamiento de Madrid respondió que no le constaba que Wanda se echara para atrás en el proyecto, aunque hasta la alcaldesa Manuela Carmena se mostró sorprendida por las informaciones que brindaban los medios.
Un mes después, ahora ha surgido la última novedad en torno a esta historia. Según publica elmundo.es, el magnate Wang Jianlin habría dado órdenes a su grupo inversor para deshacerse del edificio. Wanda estaría testando el mercado para saber qué eventuales compradores estarían dispuestos a adquirirlo, y por cuánto dinero.
Los primeros sondeos apuntan a que los potenciales inversores del inmueble -según informa el portal idealista.com-, no estarían dispuestos a pagar por él más de 220 millones de euros. La horquilla abarcaría entre los 180 y 220 millones, según ha trascendido. Si se concreta lo que ofertan los potenciales inversores, Wanda aceptaría un descuento de al menos el 17% sobre el precio de compra. Esto supone una pérdida real de 45 millones de euros en el negocio, respecto de la inversión original que realizó hace dos años.
De todas formas, si el grupo asiático (que también es accionista delAtlético de Madrid) se desprende del Edificio España, no descartaría la posibilidad de seguir adelante con la rehabilitación del inmueble, pero lo haría como cliente del eventual comprador, ofreciéndole sus servicios.
Uno de los motivos por los cuales Wanda no estaría interesado en financiar por su cuenta la remodelación del edificio, sería la exigencia del Ayuntamiento de la capital que obliga a mantener intacta la fachada durante el proceso de reforma, debido a su valor histórico. Este requisito, que no había previsto el magnate chino en un primer momento, encarecía la operación en torno a los 100 millones de euros.
FUENTE: LAINFORMACION.COM - Diego Caldentey - 05 de febrero del 2016
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