Permíteme ver sus rostros
Riendo y llorando entre abrazos,
Ya no les retengas más
Que aquí les unen sus lazos
Por más de 30 horas
Estaremos visitando tu vientre,
Si vieras estas madres que lloran
Verías la pena que ellas sienten
Retarda tu próximo rugir
Para días venideros,
Pero hoy déjanos reír
Al recuperar a nuestros mineros
Déjalos escapar a la libertad
Es mi petición sincera,
Aporta también con lo tuyo
Vieja y noble Madre Tierra
Bienaventurado el que aprende
Bienaventurado el que enseña
Nos has enseñado a unirnos
Y vaya como lo aprendimos,
En la profundidad Atacameña