Boeing retrasa de nuevo la entrega de su nuevo 787 al primer trimestre de 2011

En un comunicado conjunto, difundido simultáneamente en Estados Unidos y Japón, el fabricante ha justificado este retraso en la entrega en las dificultades surgidas para las pruebas de control con los motores este otoño.

Boeing ha informado que trabaja en estrecha colaboración con su proveedor,el fabricante británico Rolls-Royce, para acelerar la disponibilidad del motor mientras los ensayos realizados a la flota de pruebas de vuelo continúan según los planes establecidos.

Su rival Airbus ya había anunciado el pasado mes que la entrega de los nuevos 787, que estaba prevista para finales de este año, podría retrasarse hasta el próximo ejercicio "por diversas razones".

El primer vuelo del 'Dreamliner' de Boeing despegó en diciembre de 2009 del aeropuerto de Paine Field, en la localidad de Everett (Washington) con éxito.

Este primer vuelo del proyecto estrella del principal rival de Airbus, la alternativa a la introducción en el mercado del 'superjumbo' A30 del constructor europeo, se produjo con un retraso de casi dos años y medio y un sobrecoste para el constructor de miles de millones de dólares.

La innovadora estructura del Boeing 787 y su proceso de fabricación, que además de hacerse en un centenar de sitios, con problemas de suministro, diseño y una huelga de trabajadores de dos meses han complicado la tarea de los ingenieros aeronáuticos.

A los grandes fabricantes japoneses como Mitsubishi Heavy Industries (MHI) y Kawasaki Heavy Industrie (KHI), se les asignó un tercio de la fabricación del fuselaje del 787, que se inscribía en un importante programa japonés de la industria aeronáutica y que incluía también la fabricación de partes del Boeing 767 y 777.

Hasta el momento la compañía ANA ha quitado importancia al retraso porque no afecta a su estimación financiera, pero según avanza el tiempo, cada vez le resulta más necesaria a corto plazo la entrega del 787.

Además, la compañía aérea nipona esperaba recibir ocho nuevas aeronaves entre octubre de 2010 y marzo de 2011.

ANA, que será la primera compañía aérea del mundo en operar con el 787, ha hecho un pedido de 55 unidades. Estas están destinadas a reemplazar sus aviones con un fuerte consumo de queroseno y a jugar un papel importante dentro de al estrategia de ANA, tanto desde el punto de vista económico como de imagen. La compañía contará con estos aviones de nueva generación, fabricados con fibra de carbono y titanio, y diseñado para operar vuelos de largo alcance con una capacidad prevista de hasta 350 pasajeros.

Además, de la renovación de flota, la compañía aérea japonesa planea, dentro de su plan estratégico, grandes cambios en su red así como en las frecuencias de sus vuelos tras la caída de la demanda en los dos principales aeropuertos del país, Tokyo-Haneda y Tokyo-Narita.

Además, está prevista la liberalización del comercio aéreo entre Estados Unidos y Japón, tras el acuerdo de "cielos abiertos" firmado recientemente por los gobiernos de ambos países.