REPORTAJE
“Vida Universal”: Una alternativa a la vida puramente material
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Delante del stand de Plaza Callao, Itxaso, (d) y Trini (c), colaboradoras responsables del área hispana de Universelles Leben (Vida Universal) en Alemania, junto a uno de los colaboradores españoles de la organización. |
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
El pasado sábado 13 de diciembre y dentro del programa de información y conocimiento al público en general, la Asociación española, Vida Universal, organizó una jornada para dar a conocer sus actividades en pro de la concienciación al ciudadano, para cambiar sus hábitos alimenticios y de vida, como una forma de asegurar un mejor futuro y un desarrollo sostenible de nuestro recursos esenciales.
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Esperanza Martín, de Vida Universal en Madrid, junto a Egidio Moreno, quien se desplazó desde Alemania para estar presente en esta jornada de difusión. (Foto: J.I.Vera) |
El día se presentó extremadamente frío y desapacible, pero aún así más de un centenar de miembros de la filial española de Vida Universal, no depusieron su entusiasmo en el montaje de diversos stands de información repartidos en varios puntos de la capital española, y fue así como en dos zonas neurálgicas de afluencia de público “aumentada por la cercanía de las fechas navideñas“, se instalaron sendos tenderetes en la Puerta del Sol y en la Plaza de Callao, desde los cuales se distribuyeron folletos y se mostraron vídeos acerca de la cruzada a favor de la vida animal y la conservación de la Naturaleza, que es el objetivo central de esta organización, que, fundada en Alemania hace más de treinta años, tiene filiales y entusiastas colaboradores en diversos países del mundo, incluidos España e Iberoamérica.
La elección de fechas cercanas a la Navidad, para difundir el mensaje que preconiza Vida Universal, no es casual ni antojadizo; todo lo contrario, está hecho de manera deliberada para hacer más fuerte el contraste entre el mensaje que entrega la organización, con el ambiente de consumismo exacerbado que impregna de manera total todo lo referido a estas fiestas navideñas, las cuales, según ha ido pasando el tiempo y en virtud del marketing empleado por la industria, se han transformado en una gigantesca compulsión por comprar y consumir.
Con seguridad, la actual dimensión que tiene en el mundo occidental la celebración de la Navidad con toda la vorágine de compras y consumo, poco o nada tiene que ver con la idea del cristianismo originario en el cual basa de manera fundamental su concepción filosófica la organización Vida Universal, que tiene como columna vertebral de sus postulados éticos, el conjunto de enseñanzas que se desprenden de los “Diez Mandamientos” y del llamado “Sermón de la Montaña”, de Jesús de Nazaret, dos herramientas básicas para comprender de manera integral el amor a la Naturaleza y a todos los seres vivos, de los cuales forman parte indisoluble los animales.
El lema de Vida Universal respecto de que “el futuro es vegetariano” tampoco es casual, y obedece de manera clara a la verdadera declaración de principios de la organización que pretende llamar la atención de las personas conscientes de su responsabilidad como tales, para que de manera ordenada, y siempre voluntaria, cambien sus hábitos de consumo favoreciendo con ello una mejor conservación de la Naturaleza y sus recursos, ya que éstos, de no ser tratados de manera responsable, podrían en un corto plazo encontrarse en situación de agotamiento, trayendo con ello un desolador futuro para las generaciones venideras. Las noticias de catástrofes y extinción de especies de todo el mundo corroboran esta apreciación.
Vida Universal sabe que no será fácil conseguir cambiar hábitos que están presentes en la vida diaria desde hace milenios, pero las posibilidades lucen favorables ya que según los responsables de la organización, “cada vez es mayor el número de personas que se interesa por estos temas”, y en cada oportunidad que se realizan estos actos de difusión pública, aumenta la cantidad de jóvenes que quieren conocer detalles de la cadena de hechos y situaciones que se producen hasta que un filete, un pescado o un pollo asado está en nuestra mesa.
El consumo de carne animal, fuertemente arraigado en los países más desarrollados, ha creado una gigantesca industria que causa enorme sufrimiento a los animales, y por otro lado impide el desarrollo de los habitantes de las zonas más pobres del planeta: la tecnología, que ha contribuido de manera clara a facilitar nuestra vida diaria en muchos aspectos, no ha conseguido, sin embargo, disminuir la tremenda carga de sufrimiento que soportan los animales que constituyen la materia prima de la industria de la alimentación. Al mismo tiempo esta industria en su desarrollo ha disminuido la calidad de vida de los habitantes de naciones pobres, que han visto como enormes áreas de cultivo de sus países son destinadas a la producción de forraje para alimentar la masa ganadera, que posteriormente será parte fundamental de la dieta de los habitantes de las naciones más desarrolladas del planeta.