Tron, que no ha sido imputado en el caso, dimitió como miembro del Gobierno cuando estalló el escándalo el pasado mes de mayo, aunque continuaba ejerciendo su cargo de alcalde de Draevil, al sur de París.
El ex secretario de Estado, militante del partido conservador UMP, fue acusado por dos ex funcionarias municipales de 34 y 36 años de agresión sexual entre 2007 y 2010, cuando trabajaban para ese Ayuntamiento.
Cuando el escándalo llegó a los medios de comunicación, Tron presentó su dimisión pero defendió su inocencia. "Desde mi calidad de simple ciudadano, haré del reconocimiento de mi inocencia un asunto personal, combatiendo las acusaciones vindicativas de dos antiguas colaboradoras, de las que una fue despedida por haber desviado fondos públicos que le habían sido confiados y la otra abandonó sus funciones con motivo de un comportamiento indigno", redactó el secretario de Estado.
El ex secretario de Estado, que ocupa el puesto 27 de relevancia en el Gobierno según el orden de protocolo, llegó al Ejecutivo en marzo de 2010, recomendado por Brice Hortefeux, hombre de confianza de Sarkozy, y entonces ministro del Interior.
La defensa de Tron nunca ha escondido la afición de éste por la reflexología, una práctica que consiste en estimular con masajes zonas concretas de pies, manos u orejas, pero subraya que el político no es un "fetichista".
El escándalo trascendió dos semanas después de la detención en Nueva York del socialista y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, acusado de violar a una empleada de un lujoso hotel.
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